Lectura Política
Noé Mondragón Norato
Las tres últimas visitas a la entidad por parte del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong –que coinciden con el arribo de Héctor Astudillo al gobierno estatal-, han destilado más grilla, que verdadero ataque al clima de inseguridad que padecen todos los guerrerenses y que presume reiteradamente, el también presidenciable priísta para la elección de julio de 2018. Las posturas y la retórica de Osorio Chong, han tenido sus efectos casi inmediatos en el terreno político, pero no en la contención del delito. Se lee así.
RESPALDOS POLÍTICOS, GUERRERO INSEGURO.- El respaldo político de la federación al gobierno tricolor de Guerrero, ha sido robusto en el discurso, pero limitado y hasta famélico en los hechos. Las pistas en las que se ha movido Osorio Chong, son elocuentes: 1.- El 9 de diciembre de 2015, el secretario de Gobernación estuvo en Iguala. Inauguró ahí, el Centro Regional de Fusión de Inteligencia (CERFI). Ante empresarios de esa ciudad, refrendó ’el compromiso del gobierno federal para generar mayores condiciones de seguridad para sus empresas, familias y población en general’. No faltó desde luego, el respaldo político obligado de la federación hacia el gobernador Astudillo. Pero el punto político atrayente de esa visita, se dirigió hacia el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero. Osorio Chong lo responsabilizó de la inseguridad ’porque en poco más de tres años que asumió como gobernante, hizo caso omiso a las recomendaciones para capacitar y profesionalizar a los cuerpos policiacos, y negarse a integrar una policía que fuera confiable para la ciudadanía’. Pero la promesa hecha por el secretario de gobernación, en el sentido de que la federación brindaría mayor seguridad a los igualtecos, se archivó. Y la delincuencia organizada siguió teniendo mano en dicho municipio. 2.- La segunda visita de Osorio Chong fue ya este año. El jueves 21 de enero se trasladó a Chilapa para encabezar la reunión del Gabinete de Seguridad Nacional. Más de cien desaparecidos era la cifra que pincelaba grotescamente, esa visita. El anuncio fue espectacular: se crearía un cuartel militar en Chilapa. Y se incrementaría el número de efectivos para las policías de los municipios de Teloloapan, Zitlala y también Chilapa. Pero la jiribilla política estaba en otro lado. El efecto sería demoledor: advertía que el secretario de seguridad pública de Acapulco, Francisco Sandoval Vázquez, se negó a certificarse y presentó un título apócrifo para acceder al cargo. Dos días después, el alcalde perredista porteño, Evodio Velázquez Aguirre, lo destituyó. Pese a esa maniobra, el delito no menguó. Lejos de atemperarlas, las reuniones del Gabinete de Seguridad Nacional aquí, parecía que irónicamente incentivaban después, la violencia y la inseguridad. 3.- El presidente Peña Nieto tiene el pulso sobre lo que ocurre en Guerrero. Pero sus estrategias en materia de seguridad pública siguen sin servir. Están descompuestas desde adentro de la maquinaria. De ahí que la tercera visita de Osorio Chong del pasado lunes 2 de mayo, se evaluara como la redición de las dos anteriores. Es decir, se hace para amainar los ánimos políticos, no para contener en verdad, al crimen organizado. Inútil resulta en ese sentido, anunciar que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tomará el mando de los centros de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C-4) del estado, ubicados en Acapulco, Chilpancingo e Iguala, medida para la cual serán destinados más de 400 efectivos. También la construcción de un Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C-5) para dar mayor apoyo tecnológico a la estrategia de seguridad. Está visto que los fines de Osorio Chong en Guerrero, son políticos. La inseguridad y la violencia pueden seguir esperando.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Si el Partido Movimiento Ciudadano (MC) no manda señales sobre la construcción de una hipotética coalición de las izquierdas para la elección federal de 2018, ni tampoco quiere ni busca la reconciliación con el PRD, ¿Acaso anunciará en breve, su alianza partidista y electoral con el PRI? ¿Luis Walton iría entonces, como candidato al Senado de la república? ¿Lo permitirían René Juárez y Manuel Añorve?
