El consentido del gobernador
Noé Mondragón Norato
Está demostrado: el Fiscal Xavier Olea Peláez, se ha especializado en explotar la coyuntura. Pero sin éxito. Es decir, lo ha hecho muy mal. Y a pesar de que su jefe político, el gobernador Héctor Astudillo Flores, ha tratado inútilmente de enderezarle la plana, al final estos fuegos políticos imprudentes terminan chamuscando al propio mandatario estatal. Basta con observar la cadena de errores acumulados por un personaje que, como titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), le han sido negados los resultados en forma sistemática. Y al contrario, es muy proclive al escándalo y a la polémica.
LAS PIFIAS DEL FISCAL.- En muy poco tiempo, Olea Peláez evidenció no solo su ausencia de oficio para conducir una dependencia estratégica dentro de la estructura gubernamental y en tiempos de aguda crisis de seguridad, sino su asombrosa tendencia para arruinarlo todo. Y se lee así: 1.- En noviembre pasado, el Fiscal minimizó la inseguridad de la que se quejaron empresarios de Zihuatanejo. La tildó de exagerada porque ’el problema no es tan grave’. Los empresarios evaluaron esa postura como ’una actitud ofensiva’ por parte del Fiscal. No hubo disculpa. Y el gobernador lo secundó con su silencio. 2.- El pasado 31 de octubre, dos militares fueron secuestrados y luego asesinados en el puerto de Acapulco. Olea Peláez, sostuvo despectivamente, que ’no prestaban ningún servicio en la entidad’. Después, afirmó que ’ya sabía’ quienes eran los autores de ese doble homicidio y sus investigaciones ’estaban muy avanzadas’. Ha trascurrido
mes y medio del incidente y todavía no detiene a nadie. Ofendió al Ejército Mexicano. Y tampoco ofreció disculpas por ese craso error. Lo apoyó haciendo mutis, el mandatario estatal. 3.- El crimen de la doctora del IMSS, Adela Rivas Obé, sacudió con fuerza al puerto de Zihuatanejo. Presto, el Fiscal asumió postura. Dijo que el homicidio tenía dos líneas de investigación: una, asociada al robo de medicamentos. Y la otra, pasional. Ofendió a la familia de dicha profesionista al sugerir que tenía un amante. Y el esposo exigió con razón al gobernador Héctor Astudillo, una disculpa pública por tan imprudente y ofensivo error. Fue la única ocasión en que el Fiscal se vio forzado a ofrecerla. Pero esto no lo eximió de seguir actuando literalmente, como chivo en cristalería. 4.- Ante los secuestros masivos en la Tierra Caliente, Olea Peláez se trasladó en helicóptero a dicha región. Su objetivo era atrapar a Reybel Jacobo de Almonte, el líder del grupo criminal Los Tequileros. ’La intención con este sujeto, se los digo con el corazón en la mano, no es detenerlo, vamos a acabar con él…primero es el rescate y después le damos pa’bajo a ese sujeto o al mismo tiempo, pero primero son ustedes, ese es el mensaje del gobernador que les manda por mi conducto’. El mandatario estatal tuvo que salir en su auxilio ante dicho ex abrupto: ’no son comentarios que yo le dije que hiciera’. Como sea, quedó sentado el precedente. Desde luego, negativo para el Fiscal. 5.- Finalmente y en la coyuntura del quinto aniversario de los sucesos sangrientos ocurridos el 12 de diciembre de 2011 en la Autopista del Sol, el Fiscal Olea Peláez, se animó a explotar la coyuntura. Y acusó con dedo flamígero al ex procurador de justicia y ex alcalde perredista de Acapulco, Alberto López Rosas, de haber ’ordenado la agresión contra los normalistas de Ayotzinapa’. Lo hizo sin presentar ninguna prueba al respecto, más que su simple
declaración, que suele rayar en la polémica. Y el gobernador Astudillo Flores, emulando a Poncio Pilatos, se lavó las manos: ’La Fiscalía es autónoma, yo no quisiera intervenir en ello’. Con ello, está claro que la intención es politizar ese asunto. Para quitarle la válvula de presión a las matanzas, los secuestros y las extorsiones. Y se confirma que Olea Peláez, es el consentido del gobernador.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Las proyecciones no le salen al secretario de Finanzas, Héctor Apreza Patrón. El año pasado y para el ejercicio fiscal 2016, propuso al Congreso local una asignación en el Presupuesto de Egresos por 48 mil 409 millones de pesos. Y se aprobó por 49 mil 250. Es decir, 841 millones de pesos más. Para 2017, Apreza dejó la cifra en 50 mil 133 millones de pesos. Y el Congreso la aprobará hoy jueves, por 50 mil 351 millones de pesos. Subió 218 millones de pesos. Pero comparativamente entre uno y otro año, esta vez el presupuesto se redujo 623 millones de pesos. ¿Le faltó cabildeo político y financiero a Héctor Apreza, para que ocurriera lo anterior?
