ÁMBITO POLITICO
Fulgencio Ramírez Lozano
Mucho han dejado que desear las ’actuaciones’ de los Congresos Legislativos y de los Cabildos, principalmente el de Acapulco, en relación a la elaboración de leyes, reglamentos y acuerdos, que en muchos casos nomás las aprueban pero no se echar a andar, considerándose una burla para la población.
Ahí es donde entra en conflicto el tema del maltrato animal, y que diversas agrupaciones protectoras de gatos, perros, caballos, toros y otros, han ’echado el grito al cielo’ en su defensa, pero también, a la postre, terminan por callarse. Solamente son ’llamaradas de petate’…
Y es que desde el 2014, en Guerrero fue aprobada la Ley de Bienestar Animal, decretándose con el número 491, donde se especificaba que no se iba a permitir el maltrato de caballos utilizados en calandrias.
Dicha ley causó mucha controversia porque, por una parte, se pretendía evitar el maltrato de las bestias, pero por otra parte se quejaron los propietarios de dicha tradición en el puerto y que, quiérase o no, es un atractivo más para los turistas, principalmente los extranjeros.
La pasada Legislatura cumplió. Sacó ’al vapor’ la dichosa ley en el 2014, misma que se iba a empezar a ejecutar en el 2015. ¡Pero nada! Ya se llevó al 2016 y aún se puede ver a las calandrias tiradas por los paquidermos en plena Costera Miguel Alemán.
Dónde quedó la prohibición ’del uso de los animales como medio de transporte en vehículos de tracción animal en vialidades pavimentadas en zonas urbanas, con excepción de aquellos para fines de seguridad’, lo que incluye a las calandrias’.
Lo peor del caso es que los caballos que son utilizados en el tiro de las calandrias siguen siendo maltratados, se mueren de manera brutal ¡y no pasa nada! ¡¿Y la ley de Protección Animal!?
A nivel municipal, las cosas siguen el mismo curso, o sea, no se respetan los acuerdos ni reglamentos hechos por el Cabildo, pero lo más grave, es que el propio Cuerpo Edilicio es quien violenta sus acuerdos.
Caso concreto está la ’Ceiba Amorosa’, que en una pasada sesión de cabildo encabezado por el propio presidente municipal Evodio Velázquez Aguirre, se determinó respetar el árbol en el lugar que actualmente está, en la desembocadura del puente Bicentenario.
Pero después , hubo la intromisión del funcionario del gobierno estatal, Fernando Donoso Pérez, para remover la ceiba y hacer más funcional el sistema de transporte Acabús, que no tiene para cuando entre en funciones.
Pues bien, en una nueva sesión de cabildo, se aprobó que la ’Ceiba Amorosa’ se removiera del lugar con el respaldo y apoyo de la Semaren. Hubo un acuerdo de mayoría de los regidores.
Sin embargo, todo ese desgarriate, de que sí, de que no, fue aprovechado por los promotores ambientales y defensores de la ’Ceiba Amorosa’, encabezados por el arquitecto Domitilo Soto González, quien presto, se amparó y paró de manera legal la pretensión de quitarla.
En estos dos claros ejemplos, se evidencia que las leyes y reglamentos se hicieron para burlarse y pasárselas por el ’Arco del Triunfo’ .
