Leyva Mena y la vigencia juarista

’A los amigos, justicia y gracia; a los enemigos, la Ley a secas’. La frase es atribuida a Benito Juárez, el célebre Benemérito de las Américas. Pero se aplica puntual, al actual momento político. Es decir, el alcalde con licencia de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, se enfrentó a toda la fuerza del Estado. Y la Ley se le aplicó a secas. Hay sin embargo, algunas lecturas perturbadoras ligadas a las razones políticas por las que los diputados de la 61 legislatura, decidieron no reinstalarlo en la alcaldía de la capital.
ENEMIGO POLÍTICO DEL GOBERNADOR.- En los gobiernos de corte autoritario, cualquier acto de indisciplina o deslealtad, se castiga severamente. Y eso es justamente, lo que le ocurrió a Leyva Mena. Se lee en varios cuadrantes: 1.- El problema de la basura, que asfixió a Leyva Mena, se remonta al segundo periodo como alcalde, del actual gobernador Héctor Astudillo Flores. Ahí fue cuando se fortalecieron las mafias de la recolección de basura. Y se desplazó a los tradicionales camiones del ayuntamiento. El pretexto: no había dinero para repararlos. Esta situación derivó en dos poderosas vertientes: como jugosas ganancias económicas para unos cuantos a través de ’la basura jefa’ –incluido el grupo político del actual mandatario estatal-; y como instrumento de presión política. La licencia del ex edil, está ligada a todo ello. Y existe además, un dato perturbador: en su calidad de Procurador de Ecología del gobierno perredista de Zeferino Torreblanca Galindo, Tulio Estrada Apátiga, emitió una sanción por el problema de la acumulación de basura a Héctor Astudillo, en su condición de alcalde de la capital. Al actual gobernador priísta le bastó quejarse de este ’exceso’ ante Zeferino, para que el ex gobernador renunciara a su funcionario. ’Se atribuyó acciones que no le correspondían’, justificó. Y por esa entre otras razones, se entiende que Astudillo nombrara al zeferinista José Luis González de la Vega Otero, como secretario de Educación, apenas arribó al gobierno estatal. ’A los amigos, justicia y gracia’. 2.- Leyva Mena, se atrevió a desafiar esos intereses. Afectó también, al sector empresarial agremiado en la Coparmex. Sobre todo, a Pioquinto Damián Huato, quien se convirtió en férreo opositor al regreso del edil con licencia. Hasta dio una ruidosa conferencia de prensa. Y movilizó a comerciantes al Congreso local para presionar. Se entiende: es Pioquinto quien de verdad influye y decide por el alcalde suplente tricolor, Jesús Tejeda Vargas. Se conectan e imbrican por su pertenencia a esa organización empresarial. 3.- Cuando Leyva Mena sintió que la pinza política se iba cerrando en su contra, apeló a sus apuestas políticas en el centro del país. Es más: trasciende que muchos de los millones de pesos que se le endilgan como no comprobados, habrían parado en la campaña electoral del ex candidato tricolor perdedor por el gobierno de Nayarit, Manuel Cota Jiménez. El también ex senador y ex líder nacional de la CNC ya había ganado cinco elecciones y guarda una estrecha relación con el grupo político de Manlio Fabio Beltrones Rivera. El mismo al que pertenece el candidato priísta al senado, Manuel Añorve. La elección del 4 de junio de 2017 fue su Waterloo. Ganó Antonio Echeverría García, de la coalición PAN-PRD-PT-PRS. Y no hubo forma de recuperar esos recursos. Lo demás fue de mero trámite: utilizar al Congreso local para sacar a Marco Leyva, de la alcaldía. La fuerza del Estado se impuso. ’A los enemigos, la Ley a secas’.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán, podría ser objeto de sanción por parte de la Fepade, al avalar de soslayo, el acarreo de alumnos del Campus Llano Largo en Acapulco, al evento del candidato presidencial priísta, José Antonio Meade, el pasado miércoles. Una nota atribuida a la agencia Guerrero en Directo, detalla la forma en que los estudiantes y algunos maestros fueron engañados para asistir a ese evento. Y la plusvalía política del rector, como los ídolos con pies de barro, se cae irremediablemente.