Llegó la hora del juicio contra presunto homicida del hijo de Gerardo Sosa
Por: Verónica Angeles
Con la petición de que se imponga la pena máxima para el acusado del homicidio calificado en contra de Gerardo Sosa Cravioto, inició la etapa de juicio oral en contra de Fernando N.N., presunto responsable de la muerte del hijo del exrector universitario, Gerardo Sosa.
Durante el juicio comparecerán un total de 54 testigos, 51 de ellos presentados por el agente del ministerio público y tres más (padre, hermano y esposo del presunto homicida) ofrecidos por la defensa.
Cabe recordar que dicho juicio se desprende de los hechos ocurrido el 23 de febrero de 2019, en el municipio de Acaxochitlán, cuando Gerardo Junior se dirigía al Rancho San José y fue interceptado presuntamente por Fernando quien le propinó por lo menos cinco balazos, de los cuales tres pegaron en su cuerpo y el que dio en el pecho fue el causante de su muerte.
La representación social pidió al Tribunal de Enjuiciamiento se imponga la pena máxima de 40 años al presunto homicida, así como una multa equivalente a 42 mil 245 pesos y una reparación de daño por la cantidad de 422 mil 450 pesos.
Por su parte, la defensa aseguró que aunque el agente del ministerio público haga parecer que el acusado tuvo problemas con la víctima y que existió un supuesto desvío de recursos durante su desempeño como administrador del Rancho, lo cierto es que es ’una investigación fabricada’ que al final le dará la razón porque no podrán demostrar nada, más que el 23 de febrero Gerardo Sosa recibió tres impactos de bala que originaron su muerte.
Este miércoles comenzó el desfile probatorio y se escuchó a los primero 11 testigos, de los que destaca Damián Sosa Castelán, tío de la víctima, quien en determinado momento fue quien lo trasladó desde la clínica de San Pedro Tlachichilco a la Santa María en Tulancingo. En su testimonio declaró que intentaban mantener despierto a Gerardo Sosa.
Asimismo, compareció un amigo de la víctima, quien se habría reunido con él horas antes de que recibiera los tres impactos de bala y quien testificó que el acusado fungía como administrador del Rancho San José, pero días antes del suceso fue despedido.
Compareció uno de los trabajadores del rancho, persona que anduvo en el traslado de hospitales y quien fue encargado de resguardar la camioneta en la que se transportaba Gerardo Sosa Cravioto el día de su atentado, la cual presentaba vidrios rotos en los asientos, así como perforaciones del lado derecho del copiloto.
Antes de morir, Gerardo Sosa y su hijo fueron comunicados por medio del celular de una empleada del Rancho, y en su plática la víctima la pedía a su padre que no se preocupara, que estuviera tranquilo porque él iba a estar bien “sí pa’, sí pa’, no te preocupes, voy a estar bien”.
Aunque decía que le dolía el pecho y el hombro, además tenía dificultad para respirar, Gerardo pidió que cuidaran de su perrito y de su padre y minutos después perdió la vida, tras haber sido intervenido quirúrgicamente por la perforación que presentaba en el tórax.
A decir de la testigo la víctima “estaba consciente, sabía lo que decía, pero aún así no reveló el nombre de quien atentó contra su vida.
Fernando N.N., acusado del homicidio calificado, es un joven de aproximadamente 35 años, moreno, delgado y con estatura de un metro 70, era administrador del rancho de la familia Sosa, encargado de pagar la raya a los trabajadores y de realizar algunas compras y cotizaciones.
Algunos de los testigos señalaron que le gustaba el alcohol, y que al llegar Gerardo Sosa Cravioto al rancho la relación “fue ríspida” porque ya no era él el que decidía cómo hacer las cosas. Asimismo, se dijo que adquirió un arma calibre .22, a cambio de la cantidad de seis mil pesos.
Durante el inicio del juicio, una perito de procesamiento declaró que encontraron siete indicios en el lugar que habitaba en el rancho el acusado, entre ellos, un plástico con 50 perforaciones, dos cajas de cartón, presuntamente contenedores de balas calibre .22, así como colillas de cigarros, material al que se le hizo una búsqueda de residuos lofoscópicos, pero no se halló nada.
La audiencia continuará el viernes 25 de marzo, así como los días 29 y 31 del mismo mes; sin embargo, no se dio fecha para el día que comparecerá como testigo el padre de la víctima.
