Zona Cero
Roberto Santos
Sin ninguna, duda es loable que el Senador Félix Salgado Macedonio intervenga en buscar la solución de los problemas financieros que atraviesa el municipio de Chilpancingo para que los trabajadores tengan sus salarios a tiempo y los bonos que demandan.
Es cierto que eso es sagrado y que a estas alturas deberían estar en sus bolsillos.
El problema es que las autoridades de la capital y de otros municipios, han enfrentado momentos atípicos derivados de la pandemia.
La misma pandemia que hizo que la mayoría de los trabajadores sindicalizados se refugiaran en sus casas, también derivó en la reducción de los ingresos propios, por más de 260 millones de pesos, metiendo en aprietos a la administración para poder atender algunos rubros, entre ellos, completar para la nómina.
Y no tener el recurso en la mano para otorgarles los famosos bonos.
Esa escasez de recursos no son propios del ayuntamiento de Chilpancingo, porque lo mismo atraviesa el puerto de Acapulco y el mismo gobierno estatal, a quien el presidente de México prometió adelantar recursos para que también puedan solventar pagos a los trabajadores.
El ayuntamiento de Chilpancingo ha estado gestionando un adelanto de cinco millones que debe llegar el día 25 de cada mes, para poder pagar la quincena anterior.
Por eso es importante la intervención del senador Salgado Macedonio, a quien el alcalde Antonio Gaspar lo tiene en alta estima y considera que gracias a su alta capacidad de negociación podrá apoyarlo en la gestión para que el gobierno del estado o el federal le adelante esos cinco millones para poder pagar lo pendiente a los trabajadores, y de ser posible, pueda gestionar recursos extra ante la Secretaría de Hacienda para poder hacer frente a la demanda de los bonos.
Una y otra vez el presidente municipal ha ratificado el interés de garantizar el salario a los trabajadores, pero también ha dicho que no está en condiciones de otorgar los bonos demandados.
Se espera que por la intervención de Félix, quien se comprometió con los trabajadores, sea posible hallarle una solución favorable.
Si bien es cierto eso es considerado un derecho, la situación financiera por la pandemia es un fenómeno a nivel global, que ha afectado al gobierno de México al caerse las recaudaciones, y eso ha afectado a los gobiernos estatales y municipales.
Ya lo dijo el mismo gobernador Héctor Astudillo, que hará lo que esté en sus manos resolver, pero no puede hacer milagros ante la demanda de bonos de los trabajadores del estado.
Y de esa crisis de recursos se están agarrando algunos diputados y personajes de Morena para exigir auditorías y otras yerbas, cuando esas revisiones son la constante en las administraciones estatales y municipales.
Incluso hasta a la líder del sindicato de Salud, Bety Vélez la han metido en estas danzas como si ella manejara los recursos de los trabajadores y estuviera en sus manos pagar prestaciones que los empleados de Salud demandan.
Bety ya anunció que desde este lunes iniciarán un movimiento para conseguir que les paguen algunas prestaciones por parte del gobierno del estado y el federal.
Esta situación debe generar solidaridad por parte de quienes puedan intervenir y dar solución a los problemas que algunas autoridades enfrentan y deben quedar a un lado los oportunistas que aprovechan esta crisis para tirarles a los gobiernos, como si aquellos hubieran propiciado la caída de las participaciones federales, los ingresos propios y la misma pandemia.
Por lo pronto se espera que las negociaciones del senador Félix Salgado, pronto den resultados favorables.
Por lo pronto, es propio decir que eso que las autoridades de Chilpancingo están pasado, lo mismo van a sufrir los que vienen.
