Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
El fin del noticiero de la noche dará paso a un nuevo esquema informativo de Televisa
Cristina Díaz, en la ruta del apoyo en el país a los candidatos del tricolor
Peras al olmo… | Maral
A Joaquín lo conozco desde inicios de los 70 cuando fuimos compañeros de redacción en El Heraldo de México.
Ya entonces era un reportero destacado. Todos en aquella redacción y fuera de ella sabíamos de sus habilidades periodísticas y su facilidad de relacionarse con los hombres del poder.
Muchos años han corrido desde entonces y mucha la vida vivida en la que él pasó por el cielo y el infierno para resurgir y convertirse en los últimos 16 años en el personaje más relevante de las noticias en la radio y la TV en México.
El lunes anterior —luego de rumores de meses-, anunció personalmente, de muy buen humor, que dejará en agosto el noticiero de la noche del Canal 2 de Televisa y pasará a una nueva etapa de su vida profesional.
A partir de ahí mucho se ha escrito y dicho sobre su caso. El periodista se convirtió en noticia.
Unos lo han visto como una defenestración, cese, despido, fin de carrera y otros como una transformación interna de la empresa con miras a reestructurarse para enfrentar el cambio a partir de las inciertas elecciones presidenciales de 2018, que presagian hasta la posible desaparición de Televisa.
Es posible que todo eso sea cierto… o no.
Lo único verdadero es que muchas de estas versiones surgieron desde el interés de la empresa. Hace meses se habla de que Televisa se prepara para el cambio que le exigen las nuevas circunstancias.
Y las nuevas circunstancias las determinan hechos a la vista de todos.
Hoy la TV en general, no sólo Televisa y no sólo el noticiero de Joaquín, tiene menos audiencia. Y no porque los televidentes busquen calidad en los programas, sino porque la influencia de Internet y la proliferación de las redes sociales y You Tube han crecido exponencialmente no sólo en México sino en el mundo.
Es simple: los hábitos para informarse han cambiado.
Hoy las grandes audiencias, integradas predominantemente por las generaciones de Millennials y la Z, no tienen ya paciencia para seguir programas como el que encabeza Joaquín.
Esas generaciones quieren todo rápido, breve y directo, sin rollos. Por ello van a blogs o se conectan a Youtubers como el del Pulso de la República de Chumel Torres, Galatzia, Werevertumorro o Sopitas.
Hoy ellos en conjunto tienen visitas diarias que suman sobre los 50 millones de internautas mientras que los seguidores de la TV o de la radio y los diarios disminuyen dramáticamente.
Las grandes cadenas de TV del mundo giran hacia el fin de presentadores de noticias únicos —ya se fue Lary King y conductores como Wolf Isaac Blitzer y Christiane Amanpour de CNN han cambiado a programas de apenas unos minutos, programas muy fluidos, rápidos y directos, a fin de llegar a las nuevas audiencias de jóvenes impacientes-, y dan paso a sistemas informativos de muchas caras, rápidos y muy breves, muchos vinculados a las redes sociales.
Yo creo que eso lo sabe desde hace rato Televisa, y para allá va.
El fin del programa de Joaquín, y su presumible ascenso a la vicepresidencia de noticias de la empresa, apunta a un cambio radical del sistema.
Por ello no habrá, creo yo, ’relevo’ en el noticiero de la noche. Intuyo que no habrá ya noticiero de la noche, sino una barra de noticieros a lo largo del día como ocurre en TV-5 de Francia o los de la DW de Alemania.
Y con ello Televisa conservará su predominio en la presentación de noticias.
Joaquín —sin aparecer a cuadro-, continuará como el puntero en el manejo informativo de la empresa.
¿Eso servirá al sistema político? Seguramente sí. ¿Mantendrá a Televisa en la posición preferente y con la influencia que tiene. Sí. ¿Eso impactará en las elecciones del 2018? Sin duda.
Ni qué decir que lo que resulte de este cambio de López Dóriga dentro de Televisa, influirá sin duda en el manejo informativo del resto de las cadenas de televisión.
Ahora falta ver qué cambios harán para alinearse al reto que les plantea Netflix y el consumo de programas películas y videos vía dispositivos móviles, es decir, celulares, tablets y otros.
Esto es lo que está detrás de la salida de Joaquín. Apenas el inicio de una gran transformación de Televisa que, creo, va más allá de lo autóctono y del 2018.
LEALTAD Y ENTREGA
Al igual que en el proceso electoral de 2012 cuando, desde la secretaria General del PRI se fue a recorrer el país para impulsar a los candidatos del tricolor o como líder nacional de la CNOP lo hizo en las elecciones de 2015, hoy de nuevo la senadora Cristina Díaz es una de las dirigentes más activas y entregadas al apoyo e impulso del voto de los abanderados priístas en las 12 entidades donde habrá cambio de gobernador, alcaldes y diputados locales.
Este esfuerzo la ha llevado a darle ya tres veces la vuelta a la República.
Y es que, independientemente de todos los cambios de usos y métodos registrados en el quehacer político, el llamado sector popular del PRI —donde se conjuntan lo mismo los empresarios que los pequeños propietarios y profesionistas o técnicos y comerciantes de todos los niveles-, sigue siendo un pilar o, como dicen: el brazo político del tricolor para ganar elecciones.
Eso lo saben desde el presidente nacional de ese partido, el sonorense Manlio Fabio Beltrones hasta el líder nato de esa organización, el actual presidente de la República, el mexiquense Enrique Peña Nieto.
Ambos seguro que se sienten bien representados Cristian Díaz en este nuevo recorrido de apoyo electoral donde habrá comicios este 5 de junio donde el cenopismo puede ser factor clave para alcanzar la victoria y cumplir el pronóstico de ganar 9 de 12 gubernaturas.
UN ANÁLISIS ACTUAL
Al participar ayer en la llamada ‘mesa de políticos’ dentro del marco del Political Intelligence Summit, organizado por el periódico ’El Financiero’, y conducido por Pablo Hiriart, el panista Roberto Gil Zuarth explicó que, desde su punto de vista, la crisis del sistema político mexicano obedece a:
’… un problema de diseño de instituciones. Desde hace mucho buscamos el gran proyecto nacional… cuando nos preguntamos cuál es el proyecto nacional, cuál es el proyecto de país; nos cuesta mucho trabajo contestar a esa pregunta.
’Creo que el gran proyecto de país tiene que ver con 4 pilares que se han ido construyendo a lo largo del tiempo:
’Democracia política, economía de mercado, responsabilidad social del Estado y Estado de Derecho.
’Son los cuatro pilares que definen el consenso básico de la sociedad del Siglo XX-XXI; es el consenso que está presente en los últimos 30 años; es el consenso que hemos ido traduciendo en ciertas instituciones; y en cada uno de los pilares hay avances importantes, hay problemas y agendas pendientes.
’Tenemos que fortalecer el sistema democrático, ¿por qué?
Porque el sistema democrático no tiene suficiente credibilidad con la gente.
O ’Los ciudadanos no confían en el régimen democrático; tenemos que generar los incentivos correctos para que la pluralidad sea verdaderamente transformadora, pueda tomar decisiones y diseñe mejores instituciones.
’Somos una de las economías más abiertas del mundo, pero no hemos logrado una redistribución de la riqueza correcta, justa.
El Estado ha ido asumiendo cada vez mayores responsabilidades para apoyar a los más desaventajados; pero hay un problema estructural en el gasto público.
’Hay 5 mil 884, aproximadamente, programas sociales en el país, lo cual revela la enorme ineficiencia en la aplicación de los recursos que utilizamos para apoyar a los más desaventajados.
’Y por supuesto el tema de Estado de Derecho, que es el gran pendiente de nuestra institucionalidad, no solamente el que tiene que ver con la corrupción y la impunidad; sino también la capacidad del Estado para gestionar los conflictos y la capacidad del Estado para impartir seguridad y justicia’, indicó.
Una reflexión interesante, de un panista que parece enfilarse cada vez más a pelear la candidatura de este partido a la Presidencia en el 2018.
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