Los hijos del poder

Complaciente… | José Luis

A mediados de la semana el pleno de la Cámara de Diputados otorgó licencia a Cirilo Vázquez Parissi.
El hecho pasó casi inadvertido entre el resto de la mayoría de los diputados en San Lázaro, pero en la región de Acayucan y Cosoleacaque, cercana a Coatzacoalcos y Minatitlán, en el rico y muy conflictivo sur Veracruz, el hecho confirmó una sola realidad: que a pesar de estar muerto desde hace 10 años, Cirilo Vázquez Lagunes, quien fuera conocido como ’El Cacique del Sur’, sigue dominando la política, el gobierno y la economía de esta comarca a través de sus hijos.
Y es que el diputado con licencia Cirilo Vázquez Parissi se separó de su curul federal alcanzada hace 2 años bajo las banderas del Verde Ecologista (pero fuertemente apoyado por el PRI), para inscribirse como candidato del tricolor a la alcaldía de su natal Cosoleacaque.
En junio de este año se renovarán las 212 presidencias municipales de Veracruz, algunas muy ricas y sobresalientes.
En los hechos esa nominación es apenas un trámite administrativo para el heredero del cacique. Nadie allá duda que Cirilo Jr. será de nuevo alcalde de Cosoleacaque. Ya lo fue por el PAN entre 2011 y 2014 luego de ser diputado local entre 2007 y 2010.
En 2014 le entregó el cargo a su hermano Ponciano Vázquez Parissi, quien ahora se lo devolverá si Cirilo es nominado y sale ganador.
Todo esto es apenas un pequeño episodio entre los 7 hijos del viejo Cirilo Vázquez Lagunes, quien era conocido hasta 2007 como un cacique violento y cruel, pero a la vez creador de caminos, escuelas y unidades de producción.
El ganadero Vázquez Lagunes fue emboscado y asesinado en 2007 por un grupo armado cuando se dirigía a su rancho de Acayucan.
Eso no impidió que su hijo del mismo nombre, fuese postulado ese mismo año por el PAN como diputado local, cargo que le sirvió para luego alcanzar en 2010 la alcaldía de Cosoleacaque.
En ese entorno las hermanas Fabiola y Regina Vázquez Parissi, también herederas del cacique, ocuparon la alcaldía de Acayucan y una diputación local, respectivamente.
Y así se van entrelazando y pasando de uno a otro los hermanos y los cargos políticos de la región que hoy el padre muerto sigue dominando a través de ellos.
YUNES TAMBIÉN
El mismo día en que Cirilo Vázquez Parissi recibió la licencia en la Cámara de Diputados para ir a buscar de nuevo la alcaldía de Cosoleacaque, en la colegisladora, en el Senado de la República el otro pleno daba licencia al senador Fernando Yunes Márquez, quien va a buscar la alcaldía de Boca del Río, Veracruz, que hoy es ocupada por su hermano mayor, Miguel Ángel Yunes Márquez, quien ya se prepara para iniciar campaña para ser en 2018 candidato al gobierno de Veracruz, entidad que hoy gobierna su papá, Miguel Ángel Yunes Línares.
Un tercer hermano de nombre Omar, ha sido acusado de operar el dinero mal habido de los 3 Yunes políticos, a través de empresas inmobiliarias que lo miso tienen propiedades en Veracruz, que en la Ciudad de México o Nueva York.
En fin, dos casos veracruzanos que apenas son una muestra de un fuerte nepotismo persistente que domina a los políticos mexicanos y del que pocos se salvan.
Ahí están los casos del general Lázaro Cárdenas, que le abrió el camino a su hijo el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas que a su vez impulsó a su hijo Lázaro para ser el tercer gobernador de esa familia en Michoacán.
O ahora el de Manlio Fabio Beltrones quien tiene a su hija Sylvana en una curul en la Cámara de Diputados y al esposo de esta, al senador Pablo Escudero como presidente de la Cámara alta.
Ni qué decir que el coordinador de los senadores del PRI, el poderoso Emilio Gamboa le abrió el camino para que su hijo Pablo Gamboa Miner llegara igualmente como diputado federal a San Lázaro.
Otro caso notable sin duda es el del diputado federal con licencia y candidato actual del PRI a la gubernatura de México, Alfredo del Mazo Maza, hijo de Alfredo del Mazo González y nieto de Alfredo del Mazo Vélez, los últimos dos gobernadores del Estado de México en su tiempo y con fuertes aspiraciones presidenciales.
Por San Lázaro anda también Claudia Sofía Corichi García, hija de la ex gobernadora zacatecana, ex lideresa del PRD, Amalia García.
Por la otra Cámara, la de Senadores, sufren a la campechana Layda Sansores, hija del notable ex líder del PRI y ex gobernador de Campeche, Carlos Sansores Pérez.
En ese mismo recinto está Roberto Albores Gleason, hijo del ex gobernador de Chiapas, Roberto Albores Guillén.
Del virus del nepotismo no se salvan ni los iluminados.
Tal es el caso del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador quien se ha encargado de alinear a su lado en la persistente, obstinada búsqueda por la Presidencia de la República, a sus 3 hijos mayores: José Ramón López Beltrán, Andrés Manuel López Beltrán, Gonzalo López Beltrán.
Inoculados por el ADN del poder, los tres giran hoy dentro de las reestructuras del partido propiedad de su papá, con cargos que los ubican como los herederos naturales en caso de algún mal fin de AMLO.
Enfilado por el de Macuspana, José Ramón López Beltrán (llamado así en honor del hermano que murió de un balazo en Villahermosa en condiciones nunca aclaradas), está al frente de los 5 mil 539 comités seccionales de Morena en el Estado de México que son la base de lo que será la tercera campaña presidencial del papá en 2018, y que cuenta ya con 44 mil promotores del voto que él mismo reclutó.
José Ramón tiene en su historia haber sido aviador en la PGJ durante la gestión de Marcelo Ebrard en el DF, y en marzo del 2001, cuando AMLO era Jefe de Gobierno, chocó una camioneta propiedad del gobierno capitalino.
Por su parte y colocado también por el padre, Andrés Manuel López Beltrán —el segundo de los hijos— es el encargado de estructurar el entramado territorial electoral de Morena en la Ciudad de México.
Este cargo lo ha llevado a confrontarse directamente con Martí Batres, a quien ha desplazado en muchas de las tareas y áreas de influencia de Morena en la capital de la República.
Andrés Manuel JR, con el mismo nombre del papá, pasa por encima de todos y todo para conformar, dice, todo un ejército de cinco mil 539 personas para que cada una de ellas represente al instituto político en cada sección electoral que hay en la capital del país.
El tercero de la estirpe, Gonzalo López Beltrán, como el más joven de los hermanos, ha sido enviado por el padre a Tlaxcala, para que se foguee y pueda luego pasar a tareas mayores.
En aquel estado y con la dirección y recomendaciones de sus hermanos mayores, Gonzalo ya integró 513 comités –uno por sección electoral–, donde hay 8 personas por cada uno.
Es obvio que el siguiente paso en cada uno de ellos será ocupar cargos de liderazgo dentro de Morena y pasar por la prueba del ácido de una candidatura de elección popular, quizá para diputados en la Ciudad de México o para la Cámara Federal.
Es decir, ya están en la misma ruta de AMLO.
Como se advierte al inicio, esta es una historia que se repite en cada estado, y a través de los años en todo México.
De ahí salen los hijos del poder.
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