Lectura Política

Los ganes de René; la debacle del PRI

Los ganes de René; la debacle del PRI
Periodismo
Enero 29, 2017 22:13 hrs.
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Noé Mondragón Norato › guerrerohabla.com

El gobernador Héctor Astudillo Flores, consumó su imposición en la dirigencia del PRI estatal. Pero esa maniobra ya no causa asombró, dada la eterna cultura política antidemocrática arrastrada por ese partido. El punto es que tanto Heriberto Huicochea Vázquez, como Gabriela Bernal Reséndiz, enfrentarán la complicada y muy difícil elección federal y local de julio de 2018. Y es ahí donde van a deflagrar. Irremediable e inevitablemente. Hay lecturas que fortalecerían esta percepción catastrofista para un partido que proyecta crisis política terminal en la actual coyuntura.
ASTUDILLO: PARTIR AL PRI.- Si en su momento, la imposición de Manuel Añorve, como candidato a gobernador en la elección de 2011, rompió los acuerdos internos tricolores con Ángel Aguirre, y lo anterior se tradujo en la emigración de éste último al PRD, desde donde ganó aquella elección; hoy podría reeditarse la historia. Porque Astudillo Flores, decidió –por presiones políticas de Manuel Añorve Baños y del ex gobernador René Juárez Cisneros-, dejar fuera de la dirigencia estatal del PRI al ex edil de la capital, Mario Moreno Arcos. Cuando ya existía un acuerdo político previo derivado del ascenso del propio Astudillo, como candidato del PRI a gobernador en la pasada elección de junio de 2015. De ahí se abren las lecturas. 1.- Tanto Heriberto Huicochea como Gabriela Bernal, pertenecen a los grupos políticos del actual subsecretario de gobierno de la Secretaría de Gobernación, René Juárez y del ex edil de Acapulco Manuel Añorve. Se entiende que ambos empujarán a sus piezas para las diputaciones federales y al Senado de la república. Destacan para éstos escaños por el grupo de René: la actual secretario de Desarrollo Social, Alicia Zamora Villalba y el secretario de Finanzas, Héctor Apreza Patrón. Y por el de Añorve, su esposa, la diputada federal Julieta Fernández Márquez y él mismo. 2.- En este reparto no entraron ni el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer –quien no tiene ninguna pieza importante en el gabinete astudillista-, ni el ex edil Mario Moreno ni el propio gobernador Héctor Astudillo. El reparto del pastel para unos y exclusión política para otros, está llamado a generar una fractura política silenciosa, que alcanzará de lleno al PRI en la elección de julio de 2018. Y en dicho escenario, el mandatario estatal tendrá una coartada válida para justificar las eventuales derrotas tricolores: no son sus cuadros los que habrían de perder la elección de Senador, sino los de René y Añorve. 3.- A dicho escenario de desastre, se agrega uno más: la ausencia de operación electoral del recién estrenado dirigente del PRI estatal. Porque en la elección interna tricolor de junio de 2008, no pudo ganar esa contienda al propio Héctor Astudillo, quien paradójicamente, necesitó de los apoyos electorales del entonces edil capitalino Mario Moreno Arcos, para concretar el triunfo. Y solícito, Huicochea –quien también es compadre del gobernador-, acudió a levantarle el brazo a Héctor Astudillo, cuando se decretó su triunfo como candidato a la comuna de Chilpancingo. Mandando fuertes señales de que hubo arreglo político previo. Hoy, Astudillo le pagó ese gesto de sumisión al encumbrarlo como dirigente estatal tricolor. 4.- El resumen es elocuente: René Juárez le ganó dos veces a Héctor Astudillo: al lograr reconciliarlo con el actual secretario de Turismo, Ernesto Rodríguez Escalona –a quien el actual gobernador acusó de operar una ’traición silenciosa’ en su contra en la elección de gobernador de febrero de 2005-; y al empujar como dirigente estatal del PRI, a Heriberto Huicochea, su ex secretario de Desarrollo Social. Y por otro lado, también le ganó tres veces a Manuel Añorve: la elección interna tricolor de gobernador en 1999; la candidatura a Senador en 2012; y la dirigencia estatal del PRI, al desplazar a la cuadro añorvista, Gabriela Bernal. Sin embargo, lo cierto es que el PRI está llamado a la derrota electoral anticipada.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Doce millones de pesos fue el costo que la comuna capitalina deberá pagar por tirar la basura en el municipio de Zumpango. Y como el edil priísta, Marco Antonio Leyva Mena, no pudo resolver el problema, tuvo que entrar el gobernador Astudillo, a mediar con el edil perredista de Zumpango. Y ceder 6 millones de pesos por parte del gobierno estatal. Pese a ello, Leyva Mena tiene tirado Chilpancingo. La arrogancia, la soberbia, el autoritarismo y la corrupción lo siguen venciendo.

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