Los Tres Mosqueteros sin D´artagñan

Los mexicanos constatamos en estos dos años y tres meses que el Presidente Enrique Peña Nieto está dispuesto a mantener cerrados los oídos, no escucha el clamor popular de que haga cambios en su equipo de trabajo, porque algunos de los integrantes del gabinete legal siguen demostrando su incapacidad, su soberbia o su terquedad en las decisiones que toman, sin importarles el daño que causan al país. No hay políticas definidas, salvo honrosa excepción de dos de los colaboradores, para llegar a soluciones definitivas, integrales y que mejoren la imagen nacional.
Estamos a menos de cuatro meses del día de las elecciones, fecha en que sabremos cómo reaccionan los votantes en relación con los desprestigiados partidos políticos, con una lista de candidatos que no inspiran credibilidad ni confianza, así como con un gobierno priista que no convence a la ciudadanía porque perduran la inseguridad, la corrupción y la impunidad, factores que hacen deslucir la tarea social emprendida por el gobierno federal para menguar la pobreza de más de 50 millones de mexicanos.
Peña Nieto proyecta su paso sexenal con la idea de figurar en la historia como un presidente no violento, no cambiante de sus decisiones, tolerante dispuesto a enfrentar todas las críticas o simplemente a no hacer caso a las mismas. Fue un buen gobernador, pero, por ahora en su encargo presidencial, el calificativo no se le puede aplicar. Sólo él, el Presidente de México, sabe lo que está haciendo, dejando que tres de sus inmediatos colaboradores procedan, actúen y determinen sin las previas consultas y las respectivas aprobaciones.
Por primera vez, en gobiernos sexenales, el secretario de Gobernación participa, interviene y actúa en todos los asuntos que surgen. Tal vez por considerar que esa es su función como responsable de la política interior. Sin embargo no se percata de que debería respetar a sus colegas, coordinándose con ellos y no desplazarlos como ocurre frecuentemente. Descuida sus relaciones con los gobernadores, quienes se sienten libres y autónomos pero no benefician a los gobernados. Como segundo hombre del gobierno federal, es considerado un funcionario influyente y lo vemos opinando de todos los tópicos, aunque en los últimos tres meses su presencia es discreta.
Ni más deuda, ni más impuestos, dijo el secretario de Hacienda y Crédito Público. Aunque es el segundo hombre, del gabinete legal, está calificado como superinfluyente. Según se informó la deuda interna asciende a…..¡5 billones,462,593.2 millones! Francamente sin , titular de Hacienda llegó al cargo sin antecedente alguno en el mundo de las finanzas, pero se movilizó de tal manera que se convirtió en el receptor de reconocimientos internacionales, títulos, diplomas, aunque la economía familiar de los mexicanos esté en su peor momento. Es un hecho que él y el hidalguense no saldrán de sus cargos, pese a que el de Gobernación ya presentó una renuncia, pero no le fue aceptada, según dicen.
El tercer hombre inamovible en el primer equipo goza de una entrañable y añeja amistad con quien recuperó, para el PRI, el poder político del país. Colaboró con el entonces gobernador del Estado de México en la misma área o sea en el terreno de las comunicaciones y el transporte, por supuesto que el campo de acción es muy diferente. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes es de tal importancia, porque de ella depende la comunicación terrestre, aérea y marítima nacional e internacional. Se requiere de un amplio grupo de colaboradores con la suficiente experiencia en cada una de las ramas. Sin embargo las cosas son diferentes y el dramático caso --costoso política y financieramente-- de la licitación anulada para la construcción del tren bala México-Querétaro y después de posponer indefinidamente el proyecto, sienta un mal precedente a nivel mundial. Pero no pasará nada. No habrá cambio de titular.
Así pues, tres miembros del gabinete peñanietista no le dan el juego libre al cuarto mosquetero, el más hábil, audaz, carismático. Lo significativo es que ese cuarto personaje es el jefe, quien expresó “YaSeQueNoAplauden” y en otra ocasión se quejó de que nadie –de sus colaboradores-- habla por él, es decir que todos se quedan en el silencio frente a los ataques que recibe. También es oportuno comentar que el presidente Peña Nieto está convertido en un gobernante que no da confianza a algunos de los hombres que tienen una encomienda concreta, por ello los asuntos se complican, como el problema magisterial y el movimiento estudiantil politécnico, donde profesores y alumnos, respectivamente, imponen sus reglas.
Mencioné al principio que hay dos excepciones. Ambas tienen relación con la imagen exterior. El secretario de Relaciones Exteriores cumple satisfactoriamente. La secretaria Turismo promueve a México, atrayendo cada mes más turistas de los diversos continentes, según las cifras que fueron reveladas recientemente. Nada fácil la tarea para embajadores y cónsules, en virtud de los acontecimientos de septiembre pasado, aparejado va el problema de conquistar a los europeos, a los asiáticos, a los latinos y hasta los vecinos del Norte, para que visiten nuestros hermosos paisajes, las zonas arqueológicas, los 133 museos de la Ciudad de México y muchos otros tantos atractivos.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Será muy difícil para el gobernante de México entender que hay que trabajar en equipo y darle confianza plena a cada uno de los integrantes de los gabinetes legal y ampliado?