Maestros de Nuevo León

Los nuevoleoneses le han perdido el miedo a las calles.
Desde 2008, cuando en agosto de ese año una fuerza extraña regaló a padres de familia de las colonias populares de Monterrey y la zona conurbada mochilas y útiles escolares, las manifestaciones volvieron a sucederse una tras otra en las calles principales de esa ciudad.
Las marchas de los nuevoleoneses fueron abandonando ese oscuro origen para tener causas concretas arraigadas en la inconformidad social. Las marchas por las calles eran satanizadas por la mayoría de las personas que vivían en esa área, los manifestantes se contaban con los dedos de las manos, las causas empezaron a reivindicar posturas que no eran novedades pero que era necesario dar a conocer para hacer conciencia en la población.
Anteriormente los manifestantes eran insultados y agredidos físicamente calificados de flojos, de violentos, pendencieros, parásitos, etc.
Frente al palacio de gobierno, a un lado de la Macroplaza comenzaron a reunirse alrededor de varias asociaciones contrala represión y la violación a los derechos humanos en el estado. Problema que no era nuevo pero debían denunciarlo para hacer del conocimiento de la población que Nuevo león no era el estado que decían los gobernantes o los medios electrónicos.
Una de las principales luchadoras que retomó la calles de Monterrey desde hace varios años fue la madre Consuelo Morales Elizondo, Directora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. quien fue galardonada recientemente por Human Rights Watch con el Premio Alison Des Forges por Activismo Extraordinario, el más alto honor que otorga la organización internacional.
A pesar de que esta organización trabaja desde 1993, existía un rechazo generalizado a las marchas de inconformidad social de parte de quienes vivían en Monterrey y los municipios conurbados. Ahora, todos ellos, sin distingo de clases retoman las calles y no sólo permiten y dan su anuencia a las marchas sino que las apoyan y participan en ellas.
Las causas son siempre nobles como sucede con la marcha mitin del 1 de julio en la Macroplaza contra la reforma educativa, que afecta seriamente a la gran mayoría de los profesores de la entidad.
Ahora más de 900 escuelas de Nuevo León suspendieron labores, como parte de las protestas que han emprendido los maestros sindicalizados en repudio a la reforma educativa. Los maestros tomaron la medida en un segmento de los 6 mil 100 planteles educativos de nivel básico que hay en la entidad.
En el Congreso local forcejearon con policías estatales de Fuerza Civil, que impidieron su ingreso. Los profesores dialogaron con diputados del PT, Movimiento Ciudadano y PAN, y les pidieron que presentaran un punto de acuerdo en el que le pidan al gobierno federal que abrogue la reforma.
Por la tarde, los maestros del turno vespertino hicieron otra marcha, motivo por el cual el secretario general de Gobierno, Manuel González Flores, anunció que instalará una mesa de diálogo permanente con los líderes para analizar la problemática.
En Nuevo León hay aproximadamente un millón de alumnos de los niveles de preescolar, escolar y secundaria. Imparten clases 50 mil profesores de los cuales la mitad corresponden a la sección 21 y el resto a la 50 del SNTE. Ésta última creada para contrarrestar la disidencia magisterial en la entidad.
La reforma educativa es un problema creciente para México, la cerrazón de las autoridades lo agrava y la postura de personajes como Osorio Chong, enciende la mecha al decir, amenazar, que se tomarán acciones contra la CNTE, como si este grupo fuera el único que rechaza al reforma educativa, o el que le arrebate el monopolio de la violencia al estado mexicano.
Hace unos días había entendido su papel de conciliador, como corresponde a todo secretario de Gobernación al convocar al diálogo, ahora, las presiones lo acercan al discurso intransigente del policía Nuño, irresponsablemente.