Magistrados, ejemplo

Resulta ejemplar y digna de ser imitada la conducta de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de rechazar el haber de retiro para que, cuando esto ocurra, puedan dedicarse al litigio en donde pueden obtener mayores ganancias que siendo partícipes del saqueo de los recursos de la Nación.
Ya muchas voces se han sumado para que dicho ejemplo sea seguido por los ex presidentes de México –como el caso del ex Presidente Ernesto Zedillo que acumula honorarios cuantiosos en dólares como empleado de las trasnacionales-, del ex Presidente Vicente Fox, quien no obstante amasar colosal fortuna desde el poder, sigue realizando negocios al amparo de su desprestigio e incluso hasta cobrando la entrada a las kermes que organiza el Centro Fox.
Y no sólo ex mandatarios, funcionarios del Poder Judicial, sino senadores, diputados y ex gobernadores que han entendido el ejercicio de la función pública como una oportunidad de oro para hacer relaciones con el sector privado para luego incorporarse como capitanes de la industria en empresas mercantiles, y retirados a disfrutar sus ganancias obtenidas al amparo del sacrificio del pueblo de México.
El debate propiciado por la irrefrenable ambición de los magistrados electorales, da motivo que en el Congreso de la Unión se revisen los sueldazos que perciben los que han hecho de la política una de las actividades más redituables en el país, al incursionar como emprendedores del negocio electoral que es el que más deja, además de desprestigio, atractivas ganancias como jugadores del deporte de engañar a los ciudadanos.
Seguramente esto no parará pues el haber de retiro alertó a la sociedad civil –ya acostumbrada al arbitrario manejo del tesoro de la Nación- y los legisladores de la oposición han pedido que se recorten los privilegios a funcionarios en placentero retiro y a los actuales, quienes no obstante percibir extraordinarios emolumentos, todavía gozan de gastos personales y familiares, amplia cobertura en seguros médico y de vida, así como el pago de rentas y otros servicios que para cualquier jefe de familia resulta abrumador hacer frente a ellos.
Aun cuando el magistrado presidente del TEPJF, Manuel Luna Ramos, dijo que obedece al sentimiento del pueblo de México que se inconformó con el famoso haber de retiro, y en consecuencia renunciaban al mismo, no es suficiente pues esto se puede compensar de otra manera como el de señalar, sin rubor alguno, que sean los siguientes quienes disfruten de esos privilegios.
Lo que en realidad debe discutirse es que los servidores públicos, como es el caso de los magistrados electorales, deberían realizar una función honoraria, producto de su prestigio y experiencia, de vocación de servicio hacia la comunidad, y percibir salarios honorables por su apostolado, sin que esto se preste a ser4 copartícipe de quienes disponen de los recursos de la Nación y mediante el aval de los referidos magistrados, sigan impunemente disponiendo sin límites de la riqueza del Estado mexicano.
Esta es una buena oportunidad para someter al aro a los mismos diputados y senadores que disponen de cuantioso presupuesto, supuestamente para realizar sus funciones legislativas, pero está visto que es así, como ocurrió con el panista Jorge Luis Preciado, que luego de ser exhibido por sus frivolidades e inculta legislativa, no sólo no se le castigó, sino que en recompensa a sus servicios forma parte hoy, de manera destacada, de la cúpula panista en el poder.
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