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Chilpancingo, Gro. 10 julio 2021.-Ante el giro que han tomado los acontecimientos durante esta semana, he tomado la decisión de salir a fijar un posicionamiento sobre los supuestos comentarios sobre mi Partido que rechazo y niego de manera categórica, porque no los hice y porque desde luego me colocan en una ruta de confrontación que nunca he buscado, ni buscaré, mucho menos ahora que nuestro Partido nos demanda unidad, certeza y dirección.
A la nota periodística inicial, donde se señala textualmente ’Mario Moreno aseguró que al PRI en Guerrero le urge sacudirse los cacicazgos que lo tienen como rehén para decidir candidaturas’, se han venido añadiendo varias otras con contenidos cada vez más fuertes y retadores, que incluyen nombres y apellidos. Nuevamente niego y rechazo su veracidad.
Para bien o para mal, nunca ha sido mi costumbre subirme al ring mediático porque sinceramente creo que al hacerlo, se alimentan malamente situaciones insidiosas y desgastantes a las que damos más vida de la que merecen incrementando su efecto negativo.
Sin embargo, en esta ocasión y por tratarse de un momento coyuntural delicado, esta avalancha de publicaciones se han convertido en una bola de nieve sin sentido que es necesario detener de inmediato porque nos ha entrampado a todos en una ruta que nos lastima y divide.
Quiero ser muy claro al señalar que soy un hombre serio y de lealtades probadas. Muy claro cuando afirmo que nunca he evadido mis responsabilidades y durante mi camino en la política invariablemente he asumido mis actos y sus consecuencias.
No es este el caso y por ello no he querido dejar pasar más tiempo para poner un alto a tantas especulaciones y comentarios, rompiendo de tajo con esta línea que resta fuerza a quienes orgullosamente formamos parte de éste Instituto Político, compañeros y amigos a quienes aprecio y agradezco sinceramente.
He sido candidato al gobierno de Guerrero, posición que me honra y obliga a la mesura sobre todo en estos momentos en los que efectivamente, necesitamos un ejercicio de autocrítica y análisis puntual que nos permita retomar la ruta y capitalizar nuestra fuerza.
Pero no será esta la vía que sigamos una vez que los ánimos se hayan serenado totalmente. No es atacando ni repartiendo culpas irresponsablemente, tal y como se ha manejado en la información en la que se me involucra, como vamos a hacerlo.
Nuestro Partido está vivo y la muestra más clara son los casi 600 mil votos de priístas comprometidos que salieron a las urnas a dar la batalla por un ideal.
Yo soy parte de ese ejército fuerte y leal que busca armonía y propósito tras la experiencia vivida, y desde cualquier trinchera lo seguiré haciendo. Esa es mi meta, porque la votación obtenida no es casual sino el resultado del trabajo de miles de guerrerenses que forman parte de una torre sólida desde sus cimientos, a la que con unión y madurez debemos fortalecer.
Desde aquí reitero mi consideración y lealtad no solo a mi partido, sino a mis compañeras y compañeros de lucha que confiaron en mí dándome la oportunidad de ser su candidato.
Jamás, repito, jamás defraudaría esa confianza lanzando al aire críticas y cuestionamientos insensatos que pudieran ofender o cuestionar a nadie, porque todos formamos parte de un equipo que se entregó al cien por ciento, y es a todos a quienes nos corresponde analizar, proponer y escalar este momento de cara al futuro en un concierto de pluralidad y respeto.
