Más allá de la broma

Para algunos analistas, inclusive los que en algún tiempo de sus vidas se dijeron ubicarse en las izquierdas o cuando menos en las filas de las ideologías de avanzada, a pesar de que les ha costado un poco de trabajo criticar al régimen revolucionario de Cuba por la apertura de Estados Unidos y en especial de su presidente Barack Obama, sesgados pero no dejaron de lanzar sus perlas envenenadas al presidente de la Isla.

Por tal motivo, nos hemos propuesto dar a conocer, cuando menos en sus partes más significativos, el discurso que pronunciará en la Cumbre de las Américas, recientemente llevada a cabo con gran éxito en Panamá, el general, Raúl Castro Ruz, sólo por razones de espacio, porque el mismo no tiene desperdicio, por ello nos permitimos remitir a nuestros respetados lectores y radioescuchas a las redes sociales para que lo conozcan íntegro.

Más que en broma, el reclamo diplomático del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, fue certero y preciso, al inicio de su participación expresó: “Ya era hora de que yo hablara aquí a nombre de Cuba. Me informaron al principio que podría hacer un discurso de ocho minutos; aunque hice un gran esfuerzo, junto con mi Canciller, de reducirlo a ocho minutos, y como me deben seis cumbres de las que nos excluyeron, 6 por 8, 48 -obvio provocó la hilaridad y la primera interrupción de aplausos-, le pedí permiso al presidente Varela -Juan Carlos Varela de Panamá-, unos instantes antes de entrar a este magnífico salón, para que me cedieran unos minutos más, sobre todo después de tantos discursos interesantes que hemos escuchado”.

Después del sincero agradecimiento a la solidaridad de todos los países de la América Latina y el Caribe que hizo posible que Cuba participara en pie de igualdad en el foro hemisférico y de hacer llegar el fraterno abrazo de Cuba al pueblo panameño y a los de todas las naciones representadas, la primera parte de su intervención fue una síntesis de la historia de agravios de que han sido víctima los pueblos de América, en especial la isla caribeña.

Antes resaltó, que cuando en diciembre de 2011 se creó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, en Caracas, “se inauguró una nueva etapa en la historia de Nuestra América, que hizo patente su bien ganado derecho a vivir en paz y a desarrollarse como decidan libremente sus pueblos, y se trazó para el futuro un camino de desarrollo e integración, basada en la cooperación, la solidaridad y la voluntad común de preservar la independencia, soberanía e identidad”.

“El ideal de Simón Bolívar de crear una “gran Patria Americana” inspiró verdaderas epopeyas independentistas”. Así empezó su descripción histórica:

“En 1800 se pensó en agregar a Cuba a la Unión del Norte como el límite sur del extenso imperio. En el siglo XIX, surgieron la Doctrina del Destino Manifiesto con el propósito de dominar las Américas y al mundo, y la idea de la Fruta Madura para la gravitación inevitable de Cuba hacia la Unión norteamericana, que desdeñaba el nacimiento y desarrollo de un pensamiento propio y emancipador.

Después, mediante guerras, conquistas e intervenciones -recordó a México-, esta fuerza expansionista y hegemónica despojó de territorios a Nuestra América y se extendió hasta el Río Bravo.

Luego de largas luchas que se frustraron, José Martí organizó la “guerra necesaria” de 1895 -la Gran Guerra, como fue llamada también, empezó en 1868-, y creó el Partido Revolucionario Cubano para conducirla y fundar una República “con todos y para el bien de todos” que se propuso alcanzar “la dignidad plena del hombre”.

Al definir con certeza y anticipación los rasgos de su época, Martí se consagra al deber “de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”

Nuestra América es para él la del criollo, del indio, la del negro y del mulato, la América mestiza y trabajadora que tenía que hacer causa común con los oprimidos y saqueados. Ahora, más allá de la geografía, este es un ideal que comienza a hacerse realidad”. Así lo esperamos y los exigimos. CONTINUARÁ.

Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx nos escuchamos en todas las frecuencias de Libertas Comunicación en toda la República