México, tan lejos de Dios

Y tan cerca de la sistémica esquizofrenia, fundamentada en tener otros datos.

Montajes políticos para desviar la atención a la manipulación electoral, la compra de una refinería quebrada en tiempos de energías renovables, la construcción del aeropuerto obsoleto en Santa Lucía, con ajustes al espacio aéreo con descalificación internacional, y el festejo de no tener una tercera ola por coronavirus porque simplemente ya se contagiaron muchos, y se han muerto tantos, que naturalmente tenemos inmunidad de rebaño, como estrategia contra la pandemia.

La descalificación de organismos autónomos como medida de hostigamiento para que sigan instrucciones de un gobierno con miras al autoritarismo, y con fines partidistas para lograr el control de sectores estratégicos del país como el energético y el de las telecomunicaciones, mismo que además resulta prioritario para obtener información privada y biométrica de los ciudadanos, con objetivos seguramente electorales para la siguiente contienda presidencial.

La Secretaría de la Defensa Nacional convertida en una fuerza de albañiles para la construcción de un México sin estrategia y sin fundamentos, que además, se empobrece y debilita cada vez más en el ejercicio de la salvaguardia de la soberanía nacional.

Son solo algunas de las penitencias de los mexicanos.

La población que tal vez creyó en una transformación, solo ha podido presenciar la frialdad de un presidente que utiliza el presupuesto del país para la compra de caprichos absurdos, y lo cito: ’Se destinarán 30 mil millones de pesos de Banobras y 7 mil millones del FONDEN. Hay 17 mil mdp que se conservaron para el FONDEN, de esos ya se comprometieron 10 mil mdp por las inundaciones en Veracruz y Tabasco, pero los 30 mil mdp de Banobras están ahí y se entregan a Pemex. Con ese dinero se paga la refinería y se inicia la construcción de una planta coquizadora en Tula’.

Mientras tanto, las familias de las víctimas de la Línea 12 del metro, de los médicos sin respaldo en vacunas y medicinas, los enfermos y deudos de fallecidos por coronavirus, las mujeres víctimas de maltrato o familias de muertas por feminicidio, los niños con cáncer sin medicinas, se conformarán con seguir viendo a un presidente jugar baseball, y comer en sus reuniones o giras de trabajo.

México, tan lejos de Dios y tan geográficamente privilegiado

Ser la entrada de Latinoamérica, el costo competitivo de mano de obra y de transporte, la vecindad y mismo huso horario con una potencia económica mundial, y por si fuera poco, un tratado de libre comercio para la importación de materias primas, componentes, productos y servicios, hacen que México sea un país privilegiado frente a competidores como China, quien adoraría estar en nuestras latitudes.

La portada de The Economist, por demás dura y directa, fue una importante llamada de atención de la editorial británica no sólo hacia México, sino hacia Estados Unidos y países alineados a su economía, a frenar los principios de autoritarismo que se están gestando en nuestro país. ¿Coincidencia que la publicación haya sido a días de las elecciones del 6 de junio y de la visita de Kamala Harris a México? No creo.

Estados Unidos debe cuidar que México no se convierta en una economía socialista ni totalitaria, que den paso al poder político asiático, que con gusto utilizaría a México como una posición económicamente estratégica.

Estimado lector:

Estamos en días complejos. Este 6 de junio ejerzamos nuestro derecho ciudadano para recuperar a México.