El pasado sábado, miles de personas -millón y medio, según la organización, y unas 60 mil, según fuentes policiales-, participaron en la multitudinaria manifestación “Cada vida importa. Por la vida, la mujer y la maternidad”, en la ciudad de Madrid, España.
Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia, demandó al presidente del gobierno Mariano Rajoy, “que derogue la ley del aborto vigente como prometieron en su programa electoral. Y para hacer presente la voz de la vida con carácter permanente en la sociedad española”.
Estableció que una sociedad sana no puede permitir la violencia homicida del aborto como forma legítima de “solucionar un problema”, por lo que miles de ciudadanos provenientes de toda España se manifestaron en las calles de Madrid para decirle a su gobierno y a los partidos políticos que nunca es tarde para proteger la vida humana desde su inicio en la fecundación y que aún pueden cumplir su palabra y derogar la ley del aborto.
Familias, niños, adolescentes y adultos provenientes de Asturias, Galicia, Cantabria, Navarra, Aragón, Madrid y de todas las provincias de España, marcharon pacíficamente de la Glorieta de Ruiz Giménez hasta la Plaza de Colón.
Ahí, el presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, a nombre de las organizaciones convocantes, pidió a las autoridades y políticos escuchar el clamor de las calles madrileñas y ratificar su compromiso con los más indefensos y con las mujeres que se ven orilladas al aborto.
“La sociedad sabrá recompensarlos, también con el voto, en la medida que sean leales a estos valores”, dijeron.
Familias enteras, hombres, mujeres, jóvenes, adultos y niños, se unieron por la vida, la maternidad y la mujer embarazada y ratificaron el compromiso de hacer lo que no hace el Estado a través de la aprobación de leyes injustas: “mostrar la importancia de proteger al niño no nacido y de cualquier mujer embarazada que se sienta sola para que ninguna esté abandonada y para que ninguna se vea orillada al aborto”.
Si Rajoy no rectifica, lo pagará en las urnas
“Vamos a decirle al presidente Mariano Rajoy que se ha equivocado al incumplir la promesa de reformar la ley del aborto. Avisarle que si no rectifica, lo pagará en las próximas elecciones. Con la dignidad de la vida humana no hay componenda que valga”.
Luego de escuchar los testimonios de varias mujeres que se sintieron solas y optaron por el aborto y de otras que pese a ello optaron por seguir adelante con su embarazo y algunas más que dieron a su bebé en adopción, toco al presidente del Foro Español de la Familia, Beningo Blanco, señalar a nombre de las más de 140 asociaciones convocantes que esta presencia numerosa de ciudadanos en las calles ayudará a la sociedad española no acostumbrarse al inmenso drama del aborto.
“No se extenderá un velo de silencio culpable sobre las decenas de miles de abortos que se practican legalmente cada año. Gracias a ustedes, al defensa de la vida y la mujer embarazada se hará de nuevo presente en el debate público hasta alcanzar el apoyo necesario para instaurar leyes y políticas comprometidas con la defensa de la vida de los no nacidos y con el derecho de las embarazadas a ser madres”.
¡Basta ya al aborto!, fue el grito unánime
Con un masivo “¡Basta ya al aborto!”, pidieron a la sociedad española no acostumbrarse a la palabra aborto. “Tras esta palabra se oculta a un niño que no nace, un niño que es destrozado con fría eficiencia tecnológica a cambio de dinero, a cambio de dinero en esos lugares que, con la colaboración de los poderes públicos, han hecho de la desgracia y la muerte un lucrativo negocio. Tras estas palabras se oculta el drama inmenso de una mujer que destroza su vida con la de su hijo, acosada con frecuencia por el abandono y la coacción de su entorno afectivo, social y laboral.
Con banderines, playeras, globos, pancartas, gorras con la leyenda “cada vida importa” que muestra la silueta de y la mujer embarazada con una forma en el vientre representando un bebe y a figura del padre abrazando a la madre y completando con ello la presencia de tres figuras importantes pidieron a los políticos y gobernantes proteger el derecho a la vida desde su inicio en la fecundación y derogar la actual ley del aborto que permite recurrir a esta práctica durante las 14 primeras semanas de gestación, y, hasta la semana 22, en caso de que exista grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada o riesgo de graves anomalías para el bebé en el vientre materno y a las jóvenes abortar sin necesitar la autorización de sus padres.
“El aborto es un drama de nuestra época que escandalizará y horrorizará a las futuras generaciones cuando esta tragedia sea un recuerdo más en la historia de los horrores de la humanidad. Nuestra responsabilidad es acelerar el cambio, hacer que la banalización del aborto sea algo superado” dijeron al reiterar la petición al gobierno de Rajoy y a su partido que deroguen la ley vigente como prometieron en su programa electoral, pues tan responsable de una ley injusta es quien la aprueba y quien, pudiéndola derogar no lo hace.
El cambio de dirección del gobierno español
Esta marcha tuvo lugar después de que a finales del pasado mes de septiembre, el Ejecutivo retirara por falta de consenso el anteproyecto de ley que pretendía reformar la actual legislación sobre el aborto, elaborado por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, quien, como se recordará, dimitió al cargo.
El Gobierno anunció entonces que incluiría en otra normativa la obligatoriedad del consentimiento paterno para la interrupción del embarazo en menores.
A esta protesta habían confirmado su asistencia algunos parlamentarios del PP, así como la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, quien no ocupó un papel protagonista y prefirió mezclarse entre los manifestantes.
En el masivo evento se hizo un llamado a los manifestantes a acudir a una nueva marcha el próximo 14 de marzo en contra del aborto y a favor de la vida.
Junto con la asociación de Blanco, un total de 140 organizaciones tanto españolas (81 organizaciones) como internacionales (otras 59) se habían adherido a la convocatoria. Entre los convocantes y organizaciones que se están movilizando para asistir figuran asociaciones no confesionales, así como colectivos evangélicos y musulmanes.
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