La falta de ingesta de los nutrientes suficientes para la supervivencia provocó que en 2019, 174 hidalguenses fallecieran a causa de problemas severos de desnutrición, es decir, que murieron de hambre.
Las muertes ’por hambre’ no se deben a que de un día para otro una persona deje de comer hasta que tenga complicaciones, sino que obedece a una pobreza que le impide alimentarse adecuadamente durante un tiempo prolongado, lo que finalmente le lleva a la muerte.
Pese a que en Hidalgo, aproximadamente muere una persona de hambre cada dos días, la cifra mostró una notable mejoría respecto el año inmediato anterior (2018), donde hubo 100 hidalguenses más que perdieron la vida por la misma causa.
Campeche, Baja California Sur y Nuevo León fueron las entidades que mayor aumento en muertes por hambre tuvieron, con incrementos del 51%, 39% y 33%, respectivamente; en contraparte, Hidalgo, Tlaxcala y Coahuila fueron quienes mayores disminuciones presentaron en todo el país con cifras del -36%, -29% y -23%, respectivamente.