En los últimos seis años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI)ha perdido presencia en el territorio, pasando de 15 a 2 gobiernos locales, al punto de que cuenta con más gobernadores tras las rejas que gobernando una entidad.
Actualmente existen cinco ex gobernadores priistas que están presos, quienes son investigados por presuntos delitos o ya se declararon culpables, luego de haber ocasionado perjuicios a los pueblos que juraron representar, proteger y procurar justicia.
En 2016, de las 32 entidades federativas de México, 15 estaban bajo el dominio del PRI, además que la presidencia de la república estaba en manos de Enrique Peña Nieto, militante de este mismo partido. Esto quiere decir que además de tener la jefatura del Ejecutivo Federal, el tricolor dominaba en el 48% del territorio.
Sin embargo, con el arribo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Movimiento Regeneración Nacional (Morena) al poder, esto cambió diametralmente. Al iniciar el último bienio de Peña Nieto, el PRI estaba presente en los gobiernos locales de Campeche, Coahuila, Colima, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Nayarit, Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas; no obstante, ahora sólo cuenta con Coahuila y el Estado de México.
Cabe destacar que en las elecciones de este año, el tricolor perdió Hidalgo y Oaxaca, aunque ganó en Durango; sin embargo, Esteban Villegas aún no rinde protesta como gobernador. Además, en 2023 se disputarán las elecciones locales de los dos estados en los que está el PRI, por lo que la titularidad de estas entidades está en entredicho, pues de replicarse la tendencia de Morena, existe la probabilidad de que pierdan alguna de esas entidades.
Esto quiere decir que el mapa político al interior del PRI se debe medir conforme al liderazgo que tenía en 2016 y el que tiene ahora. Pues cuando el Revolucionario Institucional estaba presente en 15 entidades, su presidente era Manlio Fabio Beltrones y, ahora, con sólo dos estados, es Alejandro Moreno.
Entonces, al día de hoy, solamente Miguel Ángel Riquelme, gobernador de Coahuila, y Alfredo del Mazo, del Edo Mex, son los únicos mandatarios locales por el PRI que continuarán en funciones, esto tras las derrotas electorales sufridas en Hidalgo y Oaxaca. Asimismo, los ex mandatarios priistas en reclusión rebasan por más del doble este número, ya que son cinco ex mandatarios los que se encuentran privados de su libertad a solicitud del Estado.
1.- Mario Villanueva Madrid, ex gobernador de Quintana Roo de 1993 a 1999. El ex funcionario fue investigado por nexos con el cártel de Juárez, organización criminal que estuvo encabezada por Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos, hasta 1997. A partir de entonces, mantuvo vínculos con Ramón Alcides Magaña, El Metro, uno de los principales operadores de esa organización criminal. La entonces Procuraduría General de la República (PGR) reveló que Villanueva Madrid recibió entre USD 400 mil y USD 500 mil para permitir la libre manipulación de cargamentos de droga en la entidad.
2.- Javier Duarte de Ochoa, ex gobernador de Veracruz de 2010 a 2016. El ex priista se encuentra preso en el Reclusorio Norte de la CDMX en cumplimiento de una pena de nueve años que le fue impuesta tras declararse culpable en en 2018 de los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero.
3.- Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba, ex gobernador de Tamaulipas de 1999 a 2004, se declaró culpable de lavado de instrumentos monetarios en una corte de Houston. Aunado a ello, la fiscalía de Texas continuará con investigaciones en su presunta relación con el Cartel del Golfo y los Zetas.
4.- Roberto Sandoval Castañeda, ex gobernador de Nayarit de 2011 a 2017, enfrenta cuatro procesos penales. El primero es por presuntos delitos electorales, esto por presuntamente usar, en 2017, el Programa de Seguridad Alimentaria para condicionar el voto; otro por el desfalco de 83 millones de pesos del Fondo de Inversión y Reinversión para la Creación y Apoyo de Empresas Sociales del Estado; también hay uno del fuero federal por la supuesta realización de operaciones con recursos de procedencia ilícita; y, finalmente, es acusado de ejercicio indebido de funciones.
5.- César Duarte Jáquez, ex mandatario de Chihuahua de 2010 a 2016, cuenta con una veintena de acusaciones por peculado, corrupción, soborno y desvío de recursos del estado, por lo que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua deberá de darle continuidad a los múltiples indicios contra el ex gobernador.INFOBAE