SONORA, (Al Momento Noticias).- La población que padece “obesidad central”, es decir que tienen acumulada grasa en la región abdominal, popularmente llamada “panza”, tienen un 97 por ciento más riesgo de desarrollar diabetes, y nueve veces más posibilidades de sufrir un infarto al corazón, informó la doctora Elvira Román Zamora, directora de la Unidad de Medicina Familiar número 38 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) .
Resaltó la especialista que desde que se implementó el programa PREVENIMSS se ha dado énfasis a informar y dar tratamiento a quienes tienen sobrepeso, pero sobre todo a quienes muestran una importante acumulación de tejido adiposo (grasa) en el abdomén.
De acuerdo con los estudios efectuados por el Seguro Social, estos depósitos de grasa son causa de otros padecimientos como hipertensión arterial, cálculos vesiculares (piedras en la vesícula), dislipidemia (aumento de colesterol en sangre) y constituyen un componente importante del síndrome metabólico, lo que significa que son factores determinados por la obesidad que coadyuvan a los infartos al corazón y cerebral.
Comentó que en la mujer se le asocia con ovarios poliquísticos (quistes en los ovarios) y triplica el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, como el de endometrio, el esofágico, de riñón, de vesícula, biliar, gástrico, colón, recto, mama y páncreas.
Explicó la doctora Román Zamora que “esa grasa acumulada en el abdomen no cumple su función como fuente de energía para el organismo, sino que al alojarse en páncreas, hígado, bazo y estómago destruye tejidos y células, lo que propicia que se formen tumores”.
Además, en esos casos, hay más resistencia a la insulina natural del cuerpo, por el aumento de la producción de ácidos grasos libres que favorecen la aparición de las hormonas llamadas “resistina” y “adiponectina”, las cuales provocan que el organismo no pueda aprovechar la insulina de manera adecuada, debido a que los tejidos se resisten a su acción en producir energía o almacenarla en forma, por lo que la grasa se deposita en órganos en donde no deberá de hacerlo y ello origina diabetes mellitus.
Destacó que se ha detectado un problema clínico nuevo y emergente que es la enfermedad grasa en el hígado en personas no bebedoras. Esto es, el hígado se vuelve graso por alteraciones en el metabolismo del azúcar y se caracteriza por una amplia gama de cambios hepáticos que pueden causar “cirrosis hepática”, sin que el obeso haya tomado una sola gota de alcohol.
Señaló que para tener un control adecuado de la grasa en el abdomen existe un método sencillo, que es el de la medición de la cintura, “basta con tomar una cinta métrica y medirla, si sobrepasa los 90 centímetros en hombres y 80 en mujeres, hay exceso de grasa abdominal”.
La principal recomendación es llevar una dieta balanceada en grasas y actividad física regular, así como evitar el tabaquismo, alcohol y el sedentarismo para disminuir el riesgo de la obesidad.
Cualquier duda sobre el programa PREVENIMSS pueden acudir a los módulos de su Unidad Medica Familiar de Adscripción, de lunes a viernes de las 8:00 de la mañana a las 6:00 de la tarde
