Comentario a Tiempo
Teodoro Rentería Arróyave
En nuestro largo tránsito por dentro y fuera de las organizaciones gremiales periodísticas, siempre nos hemos opuesto a que las mismas sean parte, satélites, grupúsculos y por consiguiente instrumentos propagandísticos de los partidos políticos.
Los entes gremiales periodísticos, y así lo hemos plasmado en sus Estatutos o en sus Códigos de Ética, deben por principio básico ser apartidistas, deben ser espacios abiertos, plurales donde converjan todas las ideologías, todas las corrientes de opinión, todas las creencias, incluyendo el pragmatismo del ateísmo.
Deben ser espacios libres, absolutamente libres y respetuosos para la discusión y el análisis. Nunca trampolín de nadie para buscar posiciones políticas. Su misión básica y podríamos decir que la única, porque lo encierra todo, es prepararse, actualizarse, no al día, al instante, para que en base en ella, podamos servir a la sociedad en su conjunto.
También desde siempre, no han faltado las voces acusatorias sin sustento de que los liderazgos gremiales nos servirían precisamente para escalar esos puestos políticos. Que equivocados han estado, no pudieron adentrarse en nuestra praxis que podemos sintetizar en esta explicación: desde luego que al gremio le es necesario tener representantes, sobre todo en los cuerpos legislativos del país, pero nunca a cambio de una representación partidista, por eso mismo siempre hemos defendido la figura de las candidaturas independientes.
Mientras el periodista, no cuente con esta posición clave en la legislación correspondiente, le está vedado entrar al trabajo parlamentario por la puerta falsa, innoble y peligrosa del partidismo político.
Como se va a considerar libre un periodista, si a cambio de una posición política va traer de por siempre en su frente, el emblema del partido que lo favoreció para ese escalón burocrático. Es última instancia, el periodista como individuo libre que es, puede tomar la determinación que decida, pero nunca una organización gremial puede ser su plataforma de lanzamiento o de apoyo.
También por esa misma causa, siempre hemos sostenido que al periodista le está negado participar en comerciales, sean de la índole que sean, de interés económico o político. Qué respeto le merecerán de parte de los lectores, radioescuchas, televidentes o cibernautas, que un día anuncie con todas sus “magníficas característica” a la Coca-Cola y al otro día a la Pepsicola, lo mismo cuando se hace partícipe, preste su voz, su imagen misma para difundir las bondades de un partido político o de un gobierno.
Todo lo anterior lo traemos a colación porque la partidocracia que nos agobia canceló de tajo las candidaturas independientes, ello no obstante que ese mismo poder compartido o global, antes las había aprobado como Reforma Constitucional.
Volvemos a las andadas, en la letra chiquita de las leyes secundarias está siempre la trampa, peor aún, en este caso ni siquiera hubo letra pequeña, simplemente se le ignoró. Ese y no otro, es el poder de la partidocracia, que se lo trasladó del Poder Ejecutivo. Esa es la agobiante situación que retrasa en forma grave el desarrollo de la que al parecer siempre, será nuestra incipiente democracia.
Periodista y escritor, Secretario de Desarrollo Social de la FELAP, Presidente fundador y vitalicio honorario de la FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo Permanente del Club Primera Plana. Agradeceré Sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
