Partidos tramposos

El reciente proceso político electoral en el Estado de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz, tiene bastantes y variadas aristas para analizar. Desde luego que los resultados de ese análisis dependerán en mucho, del cristal con el que se mire. De otra manera estaremos dando resultados mixtos que en nada ayudan a tener un panorama lo más posible cercano a la realidad.
Veamos, los partidos y candidatos participantes en la contienda reciente, conocieron la convocatoria y sus criterios y requisitos de participación. Para empezar. Al aceptar el candidato que su partido lo registrara, se sobrentiende y va implícita la aceptación del partido y candidato de las reglas de competencia. Sin embargo, hay partidos y candidatos que se inscriben a sabiendas de su derrota anticipada; y también anticipada es su pregonar a todo pulmón de que el proceso está amañado e infinidad de epítetos en contra de quien se deje y acepte.
¿Y la autoridad electoral qué dice o hace al respecto? Lamentablemente nada, ¡sí, nada! Como el árbitro mañoso, sabiendo la serie de irregularidades cometidas desde la inscripción misma hasta el inicio del proceso electoral.
En el proceso político electoral reciente y otros en el pasado reciente, se cometieron faltas desde la mínima e insignificante hasta la falta que ameritó -de acuerdo a las reglas del juego- que la autoridad electoral expulsara al candidato más mañoso y fraudulento y mentiroso. Anomalías existieron a manos llenas. Los candidatos y partidos lo vivieron, lo supieron y lo permitieron, y lo peor, lo avalaron con su permanencia en el juego.
Pero claro, la maña y lo tracaloso del contrincante supuso ser más inteligente que los de enfrente y así dejaron correr el juego. Ya que vieron que por más esfuerzo que hacían no les favorecía la intención del voto duro y menos del ciudadano, diseñaron las trilladas estrategias de denuncias sin sustentos ni pruebas. Tales denuncias como: ’fue elección de Estado’, ’compra del voto de manera indiscriminada…’ por tal o cual partido. Y la justificación de su derrota anticipada y la menos inconsistente y de risa…’la mafia del poder’ la interrogante viene en automático: quién la diseñó y quien la profesa, ¿tiene idea realmente de lo que intenta decir o solo repite desconociendo el contenido y la connotación?
Mientras todos los participantes en procesos políticos electorales jueguen sucio, no tienen cara para reclamar nada. Por obvias razones.
En lo que no quieren reflexionar es que la ciudadanía está harta de simulaciones y engaños de quienes proponen y apoyan para algún espacio de representación popular a personajes siniestros y sin la menor pisca de vergüenza para realizar peculado y mentir. De ahí se inicia la corrupción y la impunidad.