Noé Mondragón Norato
Lectura Política
Lo que nueve alcaldes de la región Tierra Caliente callaron abnegada y hasta en forma cómplice, durante mucho tiempo, uno solo decidió al fin, dar un literal golpe de timón a ese pútrido estado de silencios obligados: el de Pungarabato, el empresario perredista Ambrosio Soto Duarte. En unos cuantos días y tras negarse a pagar la consabida “cuota” a favor de una célula del crimen organizado, con el fin de llevar la fiesta en paz con el ayuntamiento perredista, la federación tricolor decidió reactivar el Operativo Tierra Caliente. Pero en cierto modo, fue una medida simulada. Porque en los municipios priístas de Arcelia, Ajuchitlán, Coyuca de Catalán y Zirándaro, la penetración del crimen organizado es un secreto a voces. Y en los perredistas de San Miguel Totolapan –cuyo edil, Juan Mendoza Acosta, apareció en un video tendiendo acuerdos con miembros de un grupo delictivo-, Tlalchapa, Tlapehuala Cuztamala y Pungarabato, las cosas son similares. Y hasta se habían viciado. Caído en una inercia visible. Porque las extorsiones, los secuestros y las ejecuciones, no disminuyeron significativamente con la presencia de la Policía Federal y de la Gendarmería. De ahí se abren algunas lecturas.
¿OPERATIVO POLICIAL O POLÍTICO?- Si las cosas en materia de seguridad, no han funcionado en la región Tierra Caliente –provocando la emigración de los comerciantes, la caída estrepitosa del empleo, y la debacle progresiva de la economía calentana- la situación podría ligarse indiscutiblemente, a dos factores: el de la corrupción policiaca. Y el de la presión política. Hay que ir por partes: 1.- Si la Federación priísta evalúa que con el arribo de más policías a la región calentana, abatirá la inseguridad y la violencia, tanto el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, como el propio presidente Peña Nieto, están equivocados. Porque lo que está fallando al interior de la Gendarmería y de la Policía Federal, son los controles de confianza. Es decir, el calentano promedio no confía en ellos porque los percibe como aliados del crimen organizado. Y su operatividad se percibe sin una estrategia planificada, inteligente y encaminada a obtener resultados. Para la Federación representará un gasto oneroso mantener los hoteles y las hospederías de Ciudad Altamirano, llenas de policías federales y de la Gendarmería, -como lo acaba de hacer con el magisterio guerrerense durante la Evaluación al Desempeño Docente en Acapulco-, si sus acciones siguen reñidas justamente, con los resultados. 2.- El edil perredista Ambrosio Soto, ya le declaró la guerra al grupo delictivo que lo acosa. Y ello implica, que su vida corre riesgo. Eso por un lado. Por el otro, su presión política le dio resultado. En dos bandas: al interior de su partido, le puso su renuncia como alcalde, al PRD y a la tribu los chuchos de NI, si lo dejaban solo en ese peligroso asunto. A negociar obligadamente, con sus extorsionadores. Y era un dilema para el perredismo. Porque aceptársela, implicaba que le estarían ordenando sutilmente a su relevo que sí negociara con ese grupo delictivo. Y el escándalo alcanzaría a su recién estrenado dirigente nacional, Agustín Basave Benítez, quien en su toma de protesta anunció que “se acabaron los tiempos de pactos; seremos opositores críticos”. Los últimos gobernadores del PRI por su parte, escasamente les ha interesado lo que pase en la Tierra Caliente. El único que sí le apostó un poco más, fue René Juárez Cisneros. Y todo lo anterior se liga desde luego, a criterios electorales. Porque Héctor Astudillo no ganó en esa región durante su primera elección de gobernador en febrero de 2005. Y tampoco en la reciente del 7 de junio de 2015. Pertenencias políticas mantienen en el olvido a la Tierra Caliente. Hasta que las cosas comenzaron a salirse de control.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, acumula tres eventos negativos: primero, no pudo descontar su salario a los maestros de la Ceteg que pararon el 12 de octubre pasado; segundo, fracasó en la Evaluación al Desempeño Docente al ser infiltrado por Caballos de Troya cetegistas; y finalmente, amenazó con ejercer acción penal contra cerca de 70 maestros que pretendieron “boicotear la evaluación”. Ninguna de las tres ha cumplido. Y así, no hay forma de creerle también, que la Reforma Educativa viene en serio.
