Politicosas

Por: Carlos Flores Galeana

Bonachón, carismático y el mejor operador político de Guerrero, así catalogan sus allegados y compinches al ex gobernador defenestrado Ángel Aguirre Rivero, que en días pasados había presumido su negociación para que declinara la candidata del PAN a la gubernatura, Irma Lilia Garzón por su otrora alfil aliancista (PRI-PRD), Mario Moreno Arcos, sin embargo, no le funcionó, no logró derrotar al lopezobradorismo en Guerrero y su estrategia falló.

Ni siquiera el desayuno que tuvo con su amigo Luis Walton Aburto, ex alcalde de Acapulco y ex dirigente de Movimiento Ciudadano y que ahora se dice morenista, le funcionó al ’operador político’, pues habría negociado que los waltonistas respaldaran a Moreno Arcos y derrocar a Félix Salgado y a su hija La Torita, Evelyn Salgado Pineda, como sucedió hace 6 años cuando Walton apoyo al actual gobernador Héctor Astudillo en lugar de Beatriz Mojica que le había ganado en la encuesta.

Aguirre Rivero, operó desde hace más de 2 años tanto en el PRI como en el PRD para poder colocar a sus cuadros en diferentes posiciones, en el partido del Sol Azteca pudo colocar a Alberto Catalán Bastida como dirigente estatal, en el PRI de Acapulco colocó a su fiel escudero Sofío Ramírez Hernández, que realizó un papel gris en las pasadas elecciones, así mismo, quitó como candidato en Chilpancingo a Toño Gaspar para imponer a su ahijado Alejandro Arcos Catalán, así como candidaturas en diputaciones locales y alcaldías.

’Nos vamos a chingar a MORENA y a AMLO’, decían sus compinches, pero la historia fue otra. La sombra de los 43 de Ayotzinapa sigue pisándole los talones a Ángel Aguirre, hace unas semanas el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador anunció que llegaría hasta las últimas consecuencias en el caso Ayotzinapa, lo que generó un fuerte dolor de cabeza para el ex gobernador que había visualizado una negociación con el triunfo del PRI-PRD en Guerrero sobre este tema del cual está embarrado, aunque ahora sabe de sobra que AMLO no se la va a perdonar.

¿Qué le queda a Aguirre?, ¿acaso buscar a los alcaldes ganadores y hasta del mismo Morena para presumirles sus relaciones con altos funcionarios del gobierno federal y decirles que los apoyará con más presupuesto para sus municipios como lo intentó hacer hace 3 años y les pidió mochada? Mientras tanto, el electorado ha demostrado que ya está harto de los cacicazgos de antaño y que le apuesta a la renovación generacional.