PRI débil

Este es el momento en el que Manlio Fabio Beltrones debe crear un partido político sin protagonismos excesivos ni liderazgos impuestos. Se afiliaría más de la mitad de los actuales militantes del tricolor. La división en el PRI es inminente, la pospuesta reunión nacional de ese partido deberá realizarse y en ese momento el nuevo líder Ochoa Reza dará la puntilla a la frágil unidad del tricolor.
Ante esta situación Beltrones podría quedar liberado de toda culpa, convertirse en un héroe o bien pasar a la historia como un priísta más que pudo haber cambiado la vida política de México.
La consigna del ex director general de la CFE es, aunque usted no lo crea, regresarle la confianza al ciudadano’, y cómo podría regresarle algo a la población una persona que protagonizó la más reciente alza a las tarifas de luz. Llega con una militancia inventada que violenta los estatutos del partido y se considera digno de encabezar el partido político que está en el poder.
Costumbre, tradición, vicio o adicción el hecho de que los políticos mientan al pueblo, pero en realidad lo inédito es que los políticos se engañen entre sí, y dentro de un mismo partido, lo que obliga a ver cada día más decadente a este organismo.
Enrique, tocayo del presidente, Ochoa Reza, concursó en 2011, por convertirse en consejero electoral, intentó pertenecer a la burocracia dorada del INE, entonces IFE y para poder participar en el examen de admisión de ese organismo es requisito indispensable no pertenecer a ningún partido político, aunque se conozcan de antemano las preferencias y consignas de los concursantes para convertirse en consejeros.
El dirigente del PRI aseguró que es miembro desde 1991, para darle credibilidad a sus palabras mostró una credencial que lo acredita como militante desde 1991, con la credencial No. 003, asignación que no le corresponde a cualquier militante, que en ese momento debió serlo, todavía sin amigos en la Presidencia de la República. Dicen los que saben, que comúnmente este tipo de número de militante se otorga a secretarios de Estado, principalmente al secretario de Gobernación, que en ese momento era Fernando Gutiérrez Barrios, pero no un simple moral que en aquel entonces era el joven Enrique Ochoa Reza.
A través de redes sociales compartió la imagen de una credencial que lo acredita como militante del partido desde hace más de 20 años, con lo que cumpliría el requisito para poder ser presidente nacional del PRI, pues se solicitan al menos 10, entre otros requisitos para ocupar el cargo.
El 21 de octubre de 2010, señaló que no formaba parte del Consejo Político Nacional del PRI. En aquella ocasión el Diputado del PT, Juan Enrique Ibarra Pedroza lo cuestionó acerca de su militancia en el partido, por lo que señaló que no formaba parte del Consejo ni era militante. Estamos hablando de hace seis años, si se hubiera afiliado al PRI ese día, no tendría derecho a encabezar su partido, los estatutos exigen 10 años de militancia.
Ochoa Reza renuncia a su cargo para formar parte de un proceso de selección y elección de candidatos a la presidencia del CEN del PRI. Pero no hay ni proceso, ni selección ni elección interna en el PRI. Hay imposición, como se impusieron las reformas estructurales, las alzas de precios y toda una serie de errores imperdonables de la actual administración de la que inevitablemente forma parte Ochoa y seguirán integrándola donde quiera que se encuentre trabajando.
La cúpula del PRI debe hacer como si no pasara anda, de sobra saben personas como la secretaria General de la CNOP, Cristina Díaz Salazar, y otros priístas renombrados que saben perfectamente que se le está mintiendo a la militancia, que están cometido un error más, que violentan sus propios estatutos, que es evidente el engaño dentro y fuera del PRI y que hacen el ridículo. El PRI sólo tiene el control en 7 de 32 congresos locales y su principal aliado electoral el PVEM a punto de perder el registro en 9 estados
Cuando el PAN ganó la Presidencia de la República estaba más fuerte que hoy.