La Hoguera
Emmanuel Ameth
A cuatro meses de que se concrete la alternancia partidista en la sucesión gubernamental de Hidalgo, luego de que en términos efectivos Demoscopia Digital mostrara una ventaja de al menos 30 puntos entre Morena y el PRI, la brecha entre los competidores no se cierra, en parte, porque el discurso de la precandidata Carolina Viggiano sigue sin tener el impacto que desea gracias a las contradicciones que le acompañan.
Y es que la precandidata por la alianza PRI, PAN y PRD, afirmó que en el PRI sobran las oportunidades y los espacios, siendo "en el PRI caben todos", la frase que más repitió durante su última gira.
El problema para quien le diseña los discursos es que no contempla que estos pueden ser igualmente emotivos sin la necesidad de tener una disociación con la realidad, pues precisamente los conflictos entre los dichos y los actos incluso entre sus escuchas, es lo que le ha impedido crecer.
Porque allí, en el calor de su encuentro con militantes, la secretaria general del PRI prometió ’huesos’ a quienes le apoyan, haciendo hincapié en que incluso alcanzan para aquellos que dejaron el partido y ahora se encuentran arrepentidos. El problema está que si ni a sus aliados políticos ha ayudado, menos lo hará con quienes no sean cercanos.
Y el mejor ejemplo de ello fue la repartición de plurinominales que, junto con Alito Moreno, acaparó para su propio beneficio.
En un momento en que no tenía segura la candidatura de su partido y que necesitaba de perfiles que le ayudaran, se impusieron sus rasgos caciquiles y se quedó con una diputación plurinominal para ella misma (aún cuando dijo que no tenía Plan B a la contienda interna por la gubernatura), guardó una para su esposo, y apartó otras tres para su círculo más cercano; hastiada, incluso le dio para dejar a su hijo mayor como diputado suplente, quien en unos días asumirá su curul sin gozar de mayor mérito que el de compartir su sangre.
Es así que ya no digamos cuando le convenía, sino que ni siquiera cuando lo necesitaba fue capaz de soltar un poco de ’su poder’ para sus aliados. Al menos los cálculos no le salieron tan mal y personajes como Osorio Chong y Francisco Olvera se le arriman pese a no haber recibido nada -y no tener probabilidad de recibir tampoco nada en el futuro-.
Incluso en su pueblo natal, donde su familia lleva 6 décadas regenteando a los alcaldes, los que le enseñaron el caciquismo han sido capaces de operar tras bambalinas dependiendo del momento, sabiendo que de otra forma, los iban a correr -o a amarrar en la plaza pública, como a Pancho Austria-. Y el hermano de Carolina estuvo a 6 votos de no ganar la contienda por la necedad de acapadarlo todo.
Alguien debe recordarle a Carolina que su discurso debe ser creíble.
No puede hablar de que ’una sola familia pobre lastima a todos’ cuando en Tepehuacán, con datos de Coneval, el 99% de los pobladores son pobres o son vulnerables, siendo el cuarto municipio más pobre de la entidad y teniendo un desarrollo humano similar al de la República del Congo según datos de la ONU.
No debe tomar como bandera el lema ’es tiempo de las mujeres’ cuando ella misma no soporta que otra fémina le haga sombra y las aparta de su círculo más cercano, condición que ni siquiera en sus eventos o en sus fotos puede disimular.
Su discurso tampoco debería ir enfocado en su ’experiencia’ cuando lo que hay es la combinación de abundancia de cargos con escasez de resultados…. Peor aún, cuando lo que sí existe em abundancia son señalamientos en el ejercicio de los mismos.
Peor, si encima vende a su equipo y a sus cercanos como "ganadores" cuando la actual dirigencia nacional del PRI, de la cual es segunda al mando, es la más perdedora en la historia de su partido; sólo en 2021 se llevaron un 15 a 0, y para este año el pronóstico es que pierdan 5 a 1.
La estrategia de Carolina ya está trazada y está condenada al fracaso. Porque mientras los hidalguenses quieren un cambio, hartos de los atropellos y abusos del PRI, en respuesta, lo que les ofrece el tricolor, es a sus cuadros más añejos y despreciados por la opinión pública, quienes se dan hasta tiempo de tomarse una foto juntos cuando existen estudios de opinión, como el de México Elige, que no se han cansado de evidenciar que son los personajes más repudiados del país (hablando de Rubén Moreira, Alito Moreno y Osorio Chong).
No sería de extrañar que aunque Carolina Viggiano estuviera destinada al segundo lugar desde antes del inicio formal de la contienda, se quede incluso por detrás de un impresentable como Francisco Xavier.