¿Quién podrá entenderlo?... ¡Yo no!

Sin lugar a dudas, que los dichos populares encierran verdades. ’Perro que ladra, no muerde’. ’El prometer no empobrece, el cumplir es el que aniquila’. Bien pueden tener aplicación en torno al candidato presidencial del Partido Republicano que triunfó el pasado martes 8 del presente, luego de una campaña electoral dedicada a insultar soezmente a la mujer, a calificar de delincuentes a millones de indocumentados y amenazarlos con deportaciones masivas o encarcelamiento e insistir en ordenar la construcción de un muro en la frontera con México.
Ese mismo norteamericano que sucederá a Barack Obama, el 20 de enero de 2017, en la presidencia de Estados Unidos de América, ya empezó a recular, está dando marcha atrás, utiliza un discurso diferente, sin dejar su postura de empresario y demostrando su carencia de manejo político tanto al interior de la Unión Norteamericana como hacia al exterior. No puede esperarse una buena administración gubernamental, porque el ambiente está enrarecido, hay incertidumbre mundial; los inversionistas guardan reserva, en tanto los mandatarios europeos y asiáticos se preparan para enfrentamientos por medidas disparatadas del empresario convertido en el hombre más importante del planeta.
Comencemos por referir un hecho conocido en todo el mundo. El republicano en su campaña dedicó mucho tiempo para agredir verbalmente a la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton. No reparó en llamarla ’asquerosa mujer’ y sentenció, hasta horas antes de las votaciones, que de llegar a la presidencia del país abriría una investigación contra su rival, ordenaría su aprehensión y la hundiría en prisión, porque había cometido delitos cuando se desempeñaba como Secretaria de Estado. A unos días de ser declarado Presidente Electo, cambió de ruta. Ya no procederá contra la exprimera dama y exsenadora. De un extremo a otro, sin más explicación. Seguramente que ’olvidará’ el ofensivo calificativo contra la venezolana Alicia Machado.
Respecto a su proyecto de cerrar la extensa frontera entre su país y la República Mexicana, ordenando la construcción de un muro, cuyo costo sería cubierto por los mexicanos, ya hay nuevos planes. Al fin se enteró de que gran parte de los tres mil y pico de kilómetros fronterizos ya tienen cercas que impiden el paso a los indocumentados. Este fue uno de los puntos en que apoyó su campaña e inclusive después de una entrevista con el Presidente Peña Nieto, el último día de agosto pasado, el todavía candidato presidencial aseguró en Arizona que México pagaría el muro.
Otro asunto que muestra los pasitos para atrás que está dando el futuro mandatario estadounidense, es el relacionado con los proyectos que tienen los ejecutivos de la firma Ford para instalar una planta en San Luis Potosí. Sucede que el republicano insistía en que el desarrollo automotriz se quedara en Kentucky, pero fue convencido de que el plan está en marcha y no hay cambio. La instalación en tierras mexicanas dará empleo a 2,800 personas.
El anuncio de que Estados Unidos se saldrá del TPP (Acuerdo Transpacífico de Interacción Económica), en cuanto el empresario republicano asuma el poder, es una maniobra de su exhibicionismo. La realidad es que pretende salir del TPP –al que calificó como un desastre para EUA- y renegociar con los 11 países integrantes, como ocurriría en el caso del Tratado de Libre Comercio que rige desde 1994 entre México, Estados Unidos y Canadá, ya que el futuro presidente considera que por ese Tratado los mexicanos le quitaron empleos a los norteamericanos.
Ahora bien, lo deseable es que nuestro gobierno esté preparado en cada uno de los campos de acción, sin confiarse en que una entrevista más con el sucesor de Obama significaría tender la mano amiga, como aconteció al encontrarse los dos personajes en la residencia de Los Pinos.
PREGUNTA PARA MEDITAR;
¿Llegará el momento en que pueda darse crédito a lo que manifiesta el contradictorio republicano?
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