Los hidalguenses no quieren más al PRI en el gobierno estatal y lo demostraron en todo momento. Durante las campañas las agregadoras de encuestas fueron consistentes en mostrar una ventaja de 20 puntos por parte de Julio Menchaca, que luego fue escalando hasta los 30, no habiendo una sola ocasión en que la tendencia redujera la brecha, sino todo lo contrario.
Pese a lo anterior, Viggiano expresó en un mensaje mediante sus redes sociales que tenía la intención de impugnar la elección, pasándose por el arco del triunfo la voluntad de los hidalguenses y las mismas declaraciones que dio el día que fueron emitidos los sufragios.
Cabe recordar que el domingo 3 de abril que iniciaron las campañas, la intención de voto marcaba a Menchaca con 23 puntos de diferencia según el agregado de encuestas, 3 puntos más que lo mostrados meses antes. Sin embargo, conforme la gente se fue empapando de los perfiles de los candidatos, la brecha subió a 30 puntos, que fueron los que finalmente se dieron en la jornada electoral.
Es así que en el remoto caso de que las elecciones fueran repetidas, Viggiano perdería al menos por 40 puntos en esta ocasión en lugar de 30, además de aproximarse la diferencia a un 3 a 1 en lugar del 2 a 1 obtenido.
¿Puede anularse la elección como pretende Viggiano para perder por más de 40 puntos?
Regresando a la realidad, no existe elemento alguno para impugnar la elección.
No existen causales contempladas en la Ley en al menos el 20% de las casillas.
Las casillas que no fueron instaladas no llegan ni al 1% cuando se requería del 20%.
El candidato ganador, Julio Menchaca, es y ha sido perfectamente elegible, es decir, no cuenta con algún impedimento por Ley.
Aunado a lo anterior, no ha sido acreditada violación alguna de manera objetiva y material; en caso de existir -que no se han acreditado-, no han sido graves, dolosas ni determinantes. Tampoco los principios constitucionales de la elección han sido vulnerados, es decir, que Carolina Viggiano se quedaría con las ganas de perder por una cifra más abultada.