Morir en plenitud
Jorge Bermejo García
Yo pienso que el principal deseo de todos los humanos es morir en plenitud, con plena conciencia de lo que sucede, con el alma limpia de espinas, sin remordimientos, sin amarguras, sin odios, sin preocupaciones, es un símil con la caída de las hojas en otoño, ellas no se caen, nadie las tira, se sueltan en actitud de renovación, la hoja que se suelta, comprende y acepta que el espacio vacío dejado por ella es la motri...z generosa que albergará el brote de una nueva hoja.
Jorge se fue en plenitud y con gran conocimiento que su familia siempre estará unida y sabrá salir adelante, lo que es un gran descanso. Fabián, su hijo es ya un progresista hombre de negocios y un gran hijo, que ha sabido aprovechar su ejemplo. Jorge fue un gran hijo, un gran marido, un gran padre, un gran abuelo y un buen hombre a carta cabal y, además, un amigo de todos.
María Elena, su esposa supo conservar siempre un matrimonio ideal, lleno de amor, es una gran madre y ahora mejor abuela, pero que dio un gran ejemplo a su hija Mónica, cuyo matrimonio lleva los mismos pasos que el de sus padres.Les dio a sus progenitores dos regalos del cielo, sus hijos Jorge y Paulina. Jorge un extraordinario cantante que pronto estará por las nubes.
Todo esto viene porque yo estoy convencido que mi gran amigo, se fue tranquilo, en plenitud, dejando una gran herencia, EL AMOR A SU FAMILIA y miles de amigos que lloramos su partida, justo antes que le dieran una gran reconocimiento en el Senado de la República.
Dicen que un amigo verdadero ES MUY DIFICIL DE ENCONTRAR, DIFÍCIL DE DEJAR E IMPOSIBLE DE OLVIDAR. QUERIDO CHE, NUNCA TE OLVIDAREMOS
Gracias a DIOS pude estar en su velorio, pero mucho sentí no haber podido asistir a la misa al día siguiente, mi salud no me lo permitió, sin embargo quiero decir ahora una plegaria:
SILENCIO Y PAZ
fue llevado al país de la vida.
¿para que hacer preguntas?
su morada, desde ahora, es el descanso,
y su vestido, la luz para siempre.
Silencio y paz ¿Qué sabemos nosotros?
DIOS mío, Señor de la Historia y dueño del ayer y del mañana, en tus manos están las llaves de la vida y de la muerte. Sin preguntar lo llevaste contigo a la Morada Santa y nosotros cerramos nuestros ojos, bajamos la frente y simplemente te decimos, AMEN
SILENCIO Y PAZ
Se acabó el combate. Ya no habrá para él, lágrimas ni llanto, ni sobresaltos. El sol brillará por siempre sobre su frente, y una paz intangible asegurará definitivamente sus fronteras.
Señor de la vida y dueño de nuestros destinos, en tus manos depositamos silenciosamente este ser entrañable que se nos fue.
Mientras aquí abajo entregamos a su familia sus despojos transitorios, duerma su alma inmortal para siempre en la paz eterna, en tu seno insondable y amoroso.
JORGE, MI PERSONAJE INOLVIDABLE, DESCANSA EN PAZ.
