De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Salieron muy orondos del Senado de la República, conscientes de la distinción de que habían sido objeto por el Presidente de la República, convertirse en parte fundamental de la 4T, aportando sus conocimiento, sapiencia y voluntad en aras del progreso.
Hombres y mujeres que habían conseguido el voto ciudadano y otros más que habían obtenido el escaño al estar dentro de las propuestas de la lista de partidos en los sitios adecuados que les garantizaba su acceso al Congreso de la Unión.
Algunos de ellos alcanzaron ser cabezas de las diversas áreas a las que fueron enviados y los menos al quedar supeditados a segundos planos.
Uno de esos personajes es el tabasqueño Javier May, designado subsecretario de Evaluación, Planeación y Desarrollo Regional de la secretaría del bienestar que encabeza la chiapaneca María Luisa Albores, con quien jamás logró entenderse, pero tampoco consiguió cumplir con el objetivo que le fue encargado, el programa Sembrando Vidas.
El retiro de algunas funciones que detentaba en dicha secretaría motivó al tabasqueño a renunciar, aunque esta no fue aceptada por el Presidente de la República, con quien mantiene vínculos cercanos, desde que operó al dirigencia estatal del PRD, primero y Morena, después, en Tabasco.
Por eso, a regañadientes, pero aceptó seguir en el cargo y desistir de su propósito de reincorporarse al Senado de la República, donde su escaño seguirá ocupado por su suplente, quien brilla, pero por su insignificante presencia y participación.
El fracaso del programa y del senador May obliga a darle una repasada sobre la preparación de May Rodríguez para ocupar dicho cargo, ya que su paso por la administración pública es simplemente inédito.
Javier May es reconocido como un político de lucha, desarrollado políticamente en su entorno tabasqueño, donde ha sido sumamente polémico y cuestionado en su paso en su desempeño como alcalde Comalcalco en dos ocasiones y dirigente estatal de los dos partidos que ha presidido Andrés Manuel López Obrador.
Está considerado en Tabasco como un político de línea dura, autoritario y hasta arbitrario, que enfrentó mucha controversia en su paso como dirigente estatal, carácter que se considera causó mucha confrontación con la secretaria Albores, aunque finalmente sucumbió ante la falta de operatividad para la que fue designado.
Ahora, Javier May tendrá que apechugar y seguir en la trinchera que le fue diseñada por el propio Presidente López Obrador, aunque no tenga la misma presencia que en un inicio.
Hasta ahora esos personajes que fueron sacados del Senado de la República para atender asuntos de la 4T no han tenido la relevancia que se esperaba, siendo casi anodinos en sus gestiones.
Primero fue Germán Martínez Cázares quien prefirió retornar a los trabajos legislativos, al no poder con el toro del IMSS y se espera que pronto alguno otro se reincorpore al Congreso de la Unión.
La lista de senadores incorporados a la 4T es amplia y en ella se encuentran todavía Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación; Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad; Rocío Nahle García, secretaria de Energía; Ricardo Ahued, director de Aduanas; José Antonio Álvarez Lima, director de Canal 11. También hay diputados sembrados dentro del gobierno federal que despuntan muy poco en las actividades que les fueron designadas y que, tal vez, piensen en su regreso a las actividades legislativas.
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El miércoles se establecerá una Mesa de Diálogo del Doble Remolque en el Senado de la República, de la que se espera surja una iniciativa para normar la circulación de estos vehículos en las carreteras de México, aunque se espera la prohibición de los mismos, ya que constituyen un grave riesgo y como prueba de ello, son las cientos de muertes provocados en accidentes en que participan estos transportes.
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