Revuelta armada en EU

El autoritarismo parece convertirse en la principal característica de los gobiernos de derecha en el mundo, aunque son proclives a asegurar lo contrario cuando se trata de hablar de gobiernos que no provienen de esa extrema derecha que les da vida y poderío.
Desde luego que México está dentro de este contexto, sin embargo, hay casos en los que la reacción natural e inmediata a ese autoritarismo surge de manera espontánea.
Pero las autoridades de Estados Unidos, muy parecidas a las de nuestro país, y en especial a las de Michoacán, aprietan donde deben ser flexibles y ahora tienen a la población armada protestando por disposiciones que bien pudieron ser tratadas de manera más justa.
Miembros de milicias armadas de EU ocuparon un edificio de gobierno en Oregón en protesta por la condena impuesta a dos rancheros por realizar quemas en un terreno federal.
Se trata de un grupo denominado milicias autorreguladas, inspiradas en las fuerzas insurgentes informales que se enfrentaron a los británicos por la independencia. Similares en sus operaciones a las autodefensas y guardias comunitarios que surgieron en Michoacán y otras entidades donde el gobierno estatal, municipal y federal no pudieron contener la fuerza del narcotráfico.
Estas milicias armadas, de corte conservador y antisistema, justifican su existencia en el texto de la Segunda Enmienda de la Constitución que habla de una "milicia bien regulada" y el derecho a portar armas, y así armados están indignados por una medida que consideran excesiva, ilegal e injusta. Si sumamos a esto que en Estados Unidos la adquisición de armas es un asunto de todos los días, el problema se hace cada vez más grave para el gobierno de Obama.
El alguacil del condado de Harney, Dave Ward, explicó: "Estamos realizando un esfuerzo colectivo con varias agencias para encontrar una solución". La protesta inicial tuvo lugar en la localidad de Burns en apoyo a los dos rancheros, un caso que movilizó a miembros de milicias de todo el país y algunos vecinos en una manifestación pacífica; sin embargo, la inconformidad social se extiende a diferentes estados de la Unión Americana, mientras que los dos rancheros, Dwight Hammond y su hijo Steve, deberán acudir ante las autoridades tras ser condenados a cinco años de prisión por quema sin permiso en terreno federal.
Entre los instigadores de la ocupación se encuentra Ammon Bundy, hijo de Cliven Bundy, un ranchero de Nevada que enfrentó un caso similar por dejar que su ganado pastara en territorio federal.
Es decir, ante la protesta surgen inconformidades largamente guardadas en el campo estadounidense, que tiene un subsidio creciente del gobierno, aunque los bancos internacionales, con sede en el vecino país del norte, ordenan a los gobiernos satélites, como México, reducir a cero los subsidios al campo.
Sin con subsidio, y un terror ancestral a la protesta social, los rancheros estadounidenses pueden levantarse en armas, qué puede esperarse en el campo mexicano, castigado por propios y extraños, en cuanto a una inconformidad, por la creciente miseria, que se extiende a lo largo y ancho del país.
A pesar del control que existe en estados unidos para evitar este tipo de levantamientos, el autoritarismo gubernamental, el anacronismo de una democracia que no lo es, y un estilo de gobernar que sólo mira hacia el resto del mundo y desconoce los problemas propios, arrojan su expresión de inconformidad social. Una inconformidad que lejos de apagarse con la resolución de este caso que no es aislado se extiende y profundiza en el vecino país del norte.