Después de 17 meses de haber permanecido tras las rejas en lo que se agota el proceso por los presuntos delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita contra Gerardo Sosa Castelán, líder del grupo universidad, el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez autorizó que la medida cautelar de prisión preventiva fuera cambiada por la de arraigo domiciliario.
Con lo anterior, Sosa Castelán podrá volver a su domicilio y usará un brazalete electrónico para evitar el riesgo de fuga en lo que le es dictada una sentencia.
La audiencia fue celebrada la noche del día de ayer a petición de la Fiscalía General de la República (FGR), misma que habría sido motivada por un deterioro en la salud del imputado y posteriormente aprobada por el juez al cumplirse los requerimientos que marca la ley para estos casos.
Además de Sosa Castelán, se encuentran vinculados María Luisa Montalvo Sierra, María Cruz Campos Álvarez y Juan Manuel Hernández Gayosso, bajo la premisa de utilizar una empresa fachada para esconder recursos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) por una suma de 58.2 millones de pesos.