Sin medias tintas
Jorge VALDEZ REYCEN
• Tulio Pérez revela cifra de escándalo
• 4 sindicatos ’asfixian’ al COBACH
Aquí lo dijimos hace casi un año: lo que ocurre en el Colegio de Bachilleres es una estrategia del sector laboral-sindical de conquistar demandas, usando toda suerte de presiones para alcanzar sus fines. Es la única institución educativa con ¡cuatro sindicatos! Para Ripley!!
No se escamotea ningún mérito a los trabajadores docentes, académicos y administrativos, pero sí a sus demandas, sí a sus métodos y hasta mecanismos digamos poco convencionales. El director del Colegio de Bachilleres, Fermín Alvarado Arroyo llegó a un acuerdo con la dirigencia sindical del Sutcobach que encabeza José Antonio Salvador López. Lo medular de ese acuerdo fue que se logró conjurar la huelga y la suspensión de la marcha convocada para el martes 28 de enero.
Fue crucial y oportuna la intervención del secretario de Finanzas y Administración, Tulio Pérez Calvo en la firma del acuerdo, puesto que se solucionan las demandas de incremento salarial, de prestaciones y respeto al Contrato Colectivo de los trabajadores.
Fermín Alvarado Arroyo, reiteró su llamado a seguir cuidando la normalidad y estabilidad de la institución y a garantizar condiciones para una educación de calidad en beneficio de la Juventud estudiosa de Guerrero.
En noviembre pasado, en la comparecencia del secretario de Finanzas en el Congreso del Estado, por la glosa del cuarto informe de gobierno del mandatario Héctor Astudillo Flores, Tulio Pérez Calvo mencionó una cifra de escándalo que reclaman los cuatro sindicatos del Colegio de Bachilleres. ¡Sí, son cuatro!
La cantidad podría alcanzar los 60 millones de pesos que reclaman los trabajadores, jubilados y pensionados y extrabajadores que demandaron y reclaman laudos. Es una locura. No abundó en mayores datos, pero sí dejó marcado que el Colegio de Bachilleres, fundado por el gobernador Alejandro Cervantes Delgado, enfrenta problemas y serios.
¿Cómo puede funcionar una institución educativa con tremendo boquete financiero, como lastre?
Además, es increíble que haya cuatro sindicatos en una institución de gobierno. Insólito. ¿Se imagina que cada uno presenta su pliego de peticiones, emplazamiento a huelga, demandas laborales y a cada uno se le tiene que responder? Es la asfixia, el desgaste total al que se enfrenta una administración que hace malabares y toda suerte de cortesías para mantener una estabilidad laboral, sindical, donde la fragilidad de la misma es proclive a estar en riesgo en cualquier día, semana o mes del año.
Fermín Alvarado abona a llevar la fiesta en santa paz. Lleva hasta el límite las sesiones maratónicas de larguísimas conversaciones con cada uno de los cuatro sindicatos. No se le reprocha que los tenga demasiado mimados, consentidos. Tampoco que los interminables acuerdos de largas jornadas de hasta 7 horas o más sean frecuentes y les dedique el 80 por ciento de su tiempo a los cuatro sindicatos el director general.
No recuerdo que en ninguna otra entidad gubernamental haya cuatro sindicatos. Es histórico e inédito. Tampoco es algo normal que las expresiones sindicalistas mantengan relaciones por separado con la dirección general de una institución, cuya misión es formar a jóvenes en su bachillerato.
Creo que es legal la libertad de asociación sindical, pero atomizar un derecho laboral en expresiones o facciones, revela que al interior de la fuente de trabajo predominan fuertes intereses que generan una atmósfera por lo menos nada agradable.
La nota es que se conjuró una huelga y una movilización sindical por haber alcanzado acuerdos. Y eso es ganancia…
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.
