Se pronuncia rector de la UACh, respecto a posible plebiscito


Entre los que firman la solicitud (del plebiscito) se encuentren personas involucradas en actos carentes de ética, tanto en el ámbito de la actuación profesional, universitaria y personal, así como con afinidades, cuando menos de pésimo gusto, con políticos de reprobable reputación...

Se pronuncia rector de la UACh, respecto a posible plebiscito
Educación
Marzo 21, 2017 11:13 hrs.
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Redacción › todotexcoco.com

El Doctor Sergio Barrales, rector de la Universidad Autónoma Chapingo, emitió su pronunciamiento en relación a un posible plebiscito orquestado por opositores a sus reformas y acciones que en solo meses de su rectoría ya han mostrado beneficios a la comunidad universitaria, pero que dichas acciones afectan los intereses e ingresos de opositores corruptos que han saqueado y manipulado a la comunidad universitaria durante años, al respecto el rector emitió su pronunciamiento.


Pronunciamiento a la Comunidad Universitaria a raíz del posible plebiscito

En la sesión extraordinaria del Consejo Universitario del 16 de marzo de 2017, se mencionó de manera tangencial el tema a tratar en el pleno. Se dijo que entre la comunidad universitaria se gesta un movimiento con repercusiones para la vida institucional. Aunque no se detalló en concreto nada más, desde hace días se sabe que un ex alumna que ha jugado cuestionables papeles en los periodos de inestabilidad institucional, hoy nuevamente actúa organizando la recolección de firmas para someter a la consideración de la comunidad universitaria, mediante un plebiscito, mi permanencia como Rector.

En las redes sociales se difundió un documento firmado por varios universitarios que piden mi destitución por considerar que mi persona constituye un "peligro para la universidad". Por otra parte, quienes me conocen y estiman, me han manifestado su inquietud debido a que consideran que no estoy atendiendo lo necesario este asunto. La dilación de mi pronunciamiento no se debe a que lo considere un asunto menor o carente de importancia para la comunidad. Se debe a que he generado cierta capacidad y paciencia para trabajar bajo presión y también bajo cuestionamientos frecuentemente venidos de integrantes de nuestra comunidad cuyos perfiles y trayectorias efectivamente dejan muy en deuda las atributos que deben definir a la actuación de un académico o de un universitario comprometido con las mejores causas que movilizan al trabajo institucional. Algunos de los firmantes en otro momento, manifestaron clara oposición a proyectos de corte institucional y que hoy, para muchos universitarios, se constituyen en motivo de orgullo, tal es el caso de El Partenón.

La política, esa que se escribe con letra minúscula y que se instala como regla para denigrar y descalificar, se refleja también hoy en los "argumentos" que se esgrimen en la solicitud del plebiscito. Reconozco que el plebiscito no es un escaparate para la exposición de vanidades, trayectorias o valores, pero si es importante que la comunidad ubique cuales son las características de quienes están interesados en mi destitución.

.."no me sorprende constatar que entre los que firman la solicitud se encuentren personas involucradas en actos carentes de ética"...

Personalmente no me sorprende constatar que entre los que firman la solicitud se encuentren personas involucradas en actos carentes de ética, tanto en el ámbito de la actuación profesional, universitaria y personal, así como con afinidades, cuando menos de pésimo gusto, con políticos de reprobable reputación, como es el caso del gober-precioso y el ex gobernador de Oaxaca. El primero, responsable del secuestro de una periodista par su denuncia de las redes de pederastia que operaba y el segundo, que fue señalado por el propio gobierno federal, como probable responsable de la masacre de Nochixtlán.

Otros de los firmantes seguramente están molestos porque en su momento manifesté el riesgo que existía en la firma del Tratado Transpacífico (ATT) por la obligatoriedad en la aplicación de las normas de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) que facilitaban a las trasnacionales la apropiación de las recursos genéticos de México. Mientras sostengo abiertamente que dicho tratado fue y sería un riesgo, otros reciben con beneplácito los reconocimientos que ese organismo internacional otorga por colaborar con la encomienda de facilitar a las empresas trasnacionales el robo abierto de los recursos genéticos del país.

Otro universitario que impulsa las firmas para el plebiscito, en otro tema de no menor relevancia que el anterior, ha intentado que la Rectoría que preside, apoye proyectos externos con la empresa que construye el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Intuyo que esta discrepancia precisamente es la que genera su inconformidad. Debo reiterar lo que para mí es claro: Chapingo debe quedar fuera de cualquier responsabilidad en cuanto al impacto ambiental que se implica en esa inmensa obra producto de la soberbia y hambre de quienes solo saben hacer negocios. Aprovecho este pronunciamiento para informar que es falso que la universidad este vendiendo agua residual tratada para la obra del aeropuerto, tal como se afirmó en las redes sociales por un supuesto estudiante de Sociología Rural.

"Entre los firmantes también se encuentran profesores de Preparatoria Agrícola que se han opuesto a varias construcciones necesarias para el crecimiento institucional".

Entre los firmantes también se encuentran profesores de Preparatoria Agrícola que se han opuesto a varias construcciones necesarias para el crecimiento institucional. Como muestra un botón: su acto más reciente fue la oposición a la construcción de La Meche y el intento por exacerbar los ánimos de los preparatorianos para impedir la construcción del edificio de Agroecología, alegando ser propietarios de varias extensiones de tierra del campus universitario. Se trata de perfiles adiestrados en el arte de manipular a sindicatos, autoridades departamentales y hasta a autoridades universitarias. No soy presa fácil de la manipulación, quizás por ello ahora no tengan recato para pedir mi destitución. Quizás, simple y llanamente lo hagan por no coincidir con mi postura frente a lo que sucede hoy en el sector agropecuario, relacionado con la renegociación del TLCAN o por mi posición respecto al aeropuerto. Nada reprochable ni cuestionable habría en el disenso, si solo fuera eso.

Entre los firmantes hay profesores que tuvieron cierto reconocimiento entre los universitarios por sus luchas sindicales, no siempre en congruencia con los retos que ha enfrentado la universidad. Estos profesores hoy cargan con el desprestigio entre un sector importante de universitarios, sabré todo por el triste papel jugado en contra de un grupo de estudiantes que se atrevió a tomar las instalaciones universitarias a principios del año 2015 para exigir que se detuviera el uso faccioso de la universidad, de sus recursos y para reclamar mejoras en la institución. Seguramente estará en la memoria el mensaje de los estudiantes en paro con el que los espetaron directamente por medio de una manta colgada en la entrada de la universidad que decía: ayer eran motivo de admiración, hoy son motivo de vergüenza.

Con respecto al plebiscito, opine que es favorable. Es un instrumento fundamental en la democracia, ya que permite a la comunidad universitaria expresar su opinión en torno a los problemas que la aquejan. Sobre la democracia en México, me he manifestado a favor de la revocación de mandato como instrumento de participación social en la solución de problemas que le afectan. Chapingo cuenta con este instrumento y lo he presumido con orgullo. Aplaudo su impulso aquí y en México por parte de su ciudadanía. Se trata, en mi opinión, de un mecanismo que no ha sido debidamente valorado por la clase política del país que lo ha desechado en diversas ocasiones. Públicamente he dicho que imagino a los mexicanos opinando sobre la entrega o no de los recursos naturales a compañías extranjeras. Imagino que si se llegara a implementar en México una consulta de este tipo respecto del petróleo o del uso de maíz transgénico, con toda seguridad se recuperaría el petróleo como un bien nacional en beneficio de todos los mexicanos y se priorizaría el uso y conservación de la cultura relacionada con el maíz mexicano.

Volviendo a nuestra realidad institucional, desafortunadamente el Consejo Universitario no goza de credibilidad suficiente entre la comunidad universitaria, debido al manejo faccioso de quienes con frecuencia solo defienden intereses personales. Realmente son pocos los universitarios que han pasado por ese órgano de gobierno y han dejado una huella digna, el signo del espíritu democrático y del trabajo institucional. Lejos de lo deseable, lo que prevalece en el Consejo es la presión de grupos que imponen un manejo cuestionable a través del tiempo, sobre todo al tratarse de la organización de los plebiscitos para destituir a un rector.

La historia demuestra que los plebiscitos solicitados en diferentes momentos por los universitarios, han prosperado solo cuando un Rector se interpone entre los intereses de los consejeros universitarios dominantes. Basta recordar la desestabilización generada a finales del año 2014 y principios del 2015 cuando se destituyo a un rector y se tuvo a tres rectores interinos. Producto de dicho proceso se realizó la elección de rector que finalizo con mi elección. Este resultado no satisfizo a quienes fueron responsables del estancamiento universitario. Tu no estabas invitado a la fiesta, me dijo un profesor cuando le comente que resulta fácil echarle la culpa al rector de todo lo que afecta a la universidad, cuando en realidad es producto del trabajo de todo un equipo y de contextos muy específicos. Hoy, entre los firmantes, hay varios universitarios que han sido funcionarios de otras administraciones.

"quien ha promovido y organizado la recolección de firmas, es una persona que dejo de ser universitaria al causar baja por mal aprovechamiento"...

El Consejo Universitario tendrá que pasar una prueba de fuego ante sí y ante las más claras conciencias de nuestra comunidad, porque es conocido que quien ha promovido y organizado la recolección de firmas, es una persona que dejo de ser universitaria al causar baja por mal aprovechamiento, y tiene en su historial la organización de eventos de este tipo, cooptando a estudiantes irregulares que han sido dados de baja, o que corren el riesgo de serlo, con la promesa de que al tumbar al rector, se les ayudara a regularizar su situación académica.

Otra prueba de fuego aún no superada por los consejeros universitarios que les ha tocado aprobar un plebiscito, es analizar y determinar si los argumentos que fundamentan la solicitud son verídicos y consistentes. La historia indica que algunos académicos, como buenos profesores investigadores, han aceptado sin comprobar la veracidad de los argumentos utilizados para solicitar un plebiscito. Aquí, muchos sabemos que no aplica el método científico, lo que aplica es el "método" del interés político que cuida intereses muy personales.

La historia de los plebiscitos muestra que algunos se han realizado incluso con las firmas de Batman, la mujer maravilla o el chavo del ocho. Todos firman y se les reconoce su derecho a plebiscitar a un rector. Esto ha sucedido en otras ocasiones, es un hecho real y difícilmente será corregido en esta ocasión. La historia no es de respaldo moral a quien toma la decisión de hacer un plebiscito, y justo esto lo saben quiénes lo promueven y por ello utilizan el mecanismo efectivo para lograrlo: la magnificación de mentiras para sorprender a los universitarios y utilizar el poder de decisión de un consejo universitario que consideran a modo. No por nada se ha distorsionado el papel del contralor universitario que se declara abiertamente un servidor del Consejo Universitario y cuyo desempeño se distancia de la institucionalidad. Esta instancia también aporta su parte y facilita los procesos del plebiscito.

..."reconozco claramente el legítimo derecho a opinar en torno a la política universitaria e inclusive a disentir, para ello el plebiscito debe ser tornado en cuenta"..

Hoy quienes me acusan de ser el responsable de un déficit presupuestal de más de 200 millones de pesos, han sido participes en esta situación al ingresar de manera irregular a través del tiempo a varios amigos como profesores de la universidad. Este es un problema que data desde el origen de esta institución, ya que ha sido obligada a crecer, a contratar personal en nuevas instancias académicas y a otorgar varias prestaciones laborales, sin contar con las vías y la aprobación del gobierno federal, y por lo tanto, sin los recursos económicos necesarios para cubrir el gasto implicado. Hoy, acudiendo al desprecio por los trabajadores administrativos, me señalan como responsable de daño al patrimonio por entregar el bono por once mil trescientos pesos a cada trabajador, producto de la última revisión con los sindicatos, hecho consumado por presiones del gobierno federal para evitar actos de desestabilización en momentos en que el presidente de la República pedía a todos los mexicanos unidad nacional frente a las políticas de su homólogo norteamericano. Todo esto impacta al capítulo mil, y con ese argumento cuestionan la entrega del bono a los trabajadores, pero no lo hacen cuando también les fue otorgado a los profesores, por la simple razón de que les benefició. Olvidan que cuando han sido funcionarios, entregaron pagos hasta por ochenta mil pesos a los académicos o por veinticinco mil a los trabajadores administrativos. No cuestiono la legitimidad o no de esos pagos, pero si cuestiono el dolo con el que se me responsabiliza del déficit presupuestal con tan solo 22 meses coma rector, cuando dicho déficit se ha generado par otras varias causas y en un trayecto de muy antigua factura.

Que se entienda bien, reconozco claramente el legítimo derecho a opinar en torno a la política universitaria e inclusive a disentir, para ello el plebiscito debe ser tornado en cuenta, pero más necesario es que este proceso se ciña a un procedimiento legítimo y legal, impulsado par universitarios vigentes y demostrándose que lo señalado en sus fundamentos es información verídica y consistente. Para los plebiscitos hay normas y procedimientos muy generales, y en esta ocasión se tendrá que cuidar y garantizar que todo se realice con pulcritud, legalidad y seriedad. Sobre todo porque quienes lo impulsan son profesores investigadores y son referentes del comportamiento estudiantil.

De mi parte, todo el esfuerzo ha sido dirigido al cumplimiento del programa de trabajo, y aunque a quienes impulsan el plebiscito en mi contra les dé pereza leerlo, les recomiendo hacerlo, para que vean que gane la elección de rector para el periodo 2015-2019 hablando con la verdad. En mi programa de trabajo me comprometí a hacer de la Universidad Autónoma Chapingo una universidad sustentable en el tiempo, lo cual me obliga a velar porque su modelo educativo permanezca y se fortalezca para que siga siendo un espacio para que miles de jóvenes hoy y en el futuro puedan formarse aquí como personas y como profesionales. Con el lema de campaña para una universidad humanista, democrática y pertinente, para mí no hay duda hacia dónde debe caminar la universidad, hacia dónde orientar sus esfuerzos y dedicación. Par ello he sido muy renuente coma investigador para buscar dinero sin ton ni son en fuentes de financiamiento externo para beneficio personal utilizando el cargo. Sé que el que paga manda. Par ello realizo investigación ejerciendo la libertad de centrarme en los aspectos que me permitan contribuir a resolver problemas del sector agropecuario menos favorecido. Me dará gusto informar sobre esto a la comunidad universitaria, para que compare mi trabajo con el de quienes hoy me acusan.

Quiero compartir lo que me quedó grabado desde hace 14 años, cuando inicie una serie de gestiones que permitieron sumar al presupuesto de la UACh alrededor de 500 millones de pesos anuales, respecto del que tenía la universidad cuando inicie el rectorado anterior. Par cierto, hasta ahora hemos sumado cerca de 240 millones de pesos adicionales respecto al presupuesto de 2015. Pero lo que quiero compartir es que al gestionar recursos para la UACh, un político mexicano de viejo culto, miembro del partido más longevo de México, me dio un consejo de amigos: no vaya a cometer el error pueblerino de utilizar el presupuesto en mantenimiento. Eso no forja figura política y los dividendos son pocos. Desde luego no hice caso a ese consejo de amigo y destinamos una parte importante del presupuesto a mantenimiento. Esto a pesar de no verse, nos permitió sentar las bases para las acreditaciones de carreras y reconocimiento a los posgrados en los padrones de calidad. Eso de que no forja figura política viene al caso para el asunto del plebiscito.

Estoy claro que durante este proceso uno de los puntos que más se explotará es el de la adecuación del Comedor Central, una obra tan necesaria pero muy compleja para el nivel de deterioro con el que se recibieron sus instalaciones y para la relevancia de los servicios que ofrece. Al respecto debo asentar: no es verdad que este trabajo surgió a propuesta del Consejo Universitario, lo cual implicaría que el proyecto de adecuación hubiera sido definido para los consejeros. No, las obras en el Comedor Central se hicieron desde el inicio de la presente administración. El primer trabajo fue la remodelación del área de comensales, donde los asientos, mesas y pisos mostraban ya una condición deplorable. Extrañamente dicha condición, antes o hasta ese momento, nunca le importó a algún consejero o funcionario de las anteriores administraciones. Los trabajos en curso surgieron producto de las indicaciones derivadas de la revisión externa, también de los desperfectos acumulados para los años sin el mantenimiento que esa instalación exigía, así como de la contingencia sanitaria que hicimos pública. Nunca se había permitido la entrada a instancias de este tipo, a pesar de que las contingencias sanitarias tienen alguna trayectoria. Es necesario aceptar con crudeza una realidad: en Chapingo hacer obras de mantenimiento no solo no forja figura política, sino que se presta para el botín político de quienes han hecho poco o nada significativo para la universidad.

Una última aclaración: si hasta ahora no he tenido las condiciones necesarias para consolidar un equipo de trabajo, para nadie es desconocido que el Consejo Universitario se ha dedicado a entorpecer y a impedir la ratificación de varios funcionarios, sometiéndoles a una serie de ataques personales.

Con lo expuesto, si el plebiscito se confirma, tendré la oportunidad de demostrar que los argumentos que utilizan para solicitarlo se fundan en mentiras magnificadas. Tendré también la oportunidad de dar cuenta a los universitarios de logros que ahora un grupo pretende ignorar. Tampoco esconderé los tropiezos que siempre emergen cuando uno se atreve a emprender acciones y no solo a esperar que las cosas sucedan o a ver como otros actúan. Si el posible plebiscito perfila mi destitución como rector, créanme que desde ahora expreso que me sentiré orgulloso, ya que me estarán destituyendo por demostrar congruencia con mi manera de pensar y por sostener los compromisos empeñados con esta comunidad que no está a la venta al mejor pastor. También sentiré la legítima preocupación de saber que la mediocridad y la mentira se vuelve a posicionar en nuestra universidad.

Firma

DR. JOSÉ SERGIO ARRALES DOMÍNGUEZ
RECTOR
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO

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