Seré tu Dios y el de tus descendientes futuros


’ El que me glorifica es mi Padre ’

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Seré tu Dios y el de tus descendientes futuros
Religión
Abril 01, 2020 19:47 hrs.
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La Palabra de Dios

Jueves 2 de abril 2020


Primera lectura
Gn 17, 3-9
Cuando Dios se le apareció, Abram se postró con el rostro en el suelo y Dios le dijo:

’Aquí estoy. Ésta es la alianza que hago contigo: Serás padre de una multitud de pueblos. Ya no te llamarás Abram, sino Abraham, porque te he constituido como padre de muchas naciones.

Te haré fecundo sobremanera; de ti surgirán naciones y de ti nacerán reyes. Contigo y con tus descendientes, de generación en generación, establezco una alianza perpetua para ser el Dios tuyo y de tus descendientes. A ti y a tus descendientes les daré en posesión perpetua toda la tierra de Canaán, en la que ahora vives como extranjero; y yo seré el Dios de ustedes’’.

Después le dijo Dios a Abraham: ’Cumple, pues, mi alianza, tú y tu posteridad, de generación en generación’.
Palabra de Dios
Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial
Salmo 104, 4-5. 6-7. 8-9
R. (8a) El Señor nunca olvida sus promesas.
Recurran al Señor y a su poder,
búsquenlo sin descanso.
Recuerdan los prodigios que él ha hecho,
sus portentos y oráculos.
R. El Señor nunca olvida sus promesas.
Descendientes de Abrahán, su servidor,
estirpe de Jacob, su predilecto,
escuchen: el Señor es nuestro Dios,
y gobiernan la tierra sus decretos.
R. El Señor nunca olvida sus promesas.
Ni aunque transcurran mil generaciones,
se olvidará el Señor de sus promesas,
de la alianza pactada con Abraham,
del juramento a Isaac, que un día le hiciera.
R. El Señor nunca olvida sus promesas.


Aclamación antes del Evangelio
Cfr Sal 94, 8
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice:
’No endurezcan su corazón’.
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Evangelio
Jn 8, 51-59
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: ’Yo les aseguro: el que es fiel a mis palabras no morirá para siempre’.

Los judíos le dijeron: ’Ahora ya no nos cabe duda de que estás endemoniado. Porque Abraham murió y los profetas también murieron, y tú dices: ‘El que es fiel a mis palabras no morirá para siempre’. ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?’

Contestó Jesús: ’Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, aquel de quien ustedes dicen: ‘Es nuestro Dios’, aunque no lo conocen. Yo, en cambio, sí lo conozco; y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra. Abraham, el padre de ustedes, se regocijaba con el pensamiento de verme; me vio y se alegró por ello’.

Los judíos le replicaron: ’No tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?’ Les respondió Jesús: ’Yo les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy’.

Entonces recogieron piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo.
Palabra del Señor
Gloria a ti, Seños Jesús

Reflexión del Evangelio de hoy

Seré tu Dios y el de tus descendientes futuros
Dios le presenta un pacto a Abrahán, le concede la tierra. Para un nómada, uno ’sin tierra’, esto es muy importante: tierra donde vivir, crecer, echar raíces; no sólo para él, también para su descendencia, para todos los que de él salgan. Dios será su Dios, sólo a Él deben adoración.

Muchos pueblos salen de su tierra buscando también la tierra prometida, que por derecho les corresponde, se arriesgan. ¿Qué encuentran?, ¿acogida…? ¿Qué Dios les presentamos: un Dios solidario, acogedor…; o un Dios absoluto, intransigente…?

El salmo incide en la alianza de Dios con su pueblo, con Abrahán y con Jacob, y nos invita en este tiempo a revivir esta alianza también con nosotros, pueblo elegido de Dios y descendientes de Abrahán, volviendo la mirada a Dios en todo momento.

El que me glorifica es mi Padre
Jesús nos anuncia la vida eterna. Él vino a dar a conocer al Padre. Dios Padre es el que glorifica al Hijo, y desde que le hizo la promesa a Abrahán el Hijo ha estado en Él, pues es Él: Padre e Hijo, una sola persona. Los que creen pueden conocer al Padre a través del Hijo, que es el único que realmente lo conoce.

Nos quedan unos días todavía para poder prepararnos bien para celebrar el Triduo Pascual, momento definitivo de la glorificación del Hijo de Dios. Volvamos la mirada al Padre que desde su alianza con Abrahán ha cuidado a su pueblo. Busquemos en los rostros de la gente que está a nuestro alrededor los rostros de los hermanos que, como nosotros, están en camino, especialmente los rostros de aquellos que sufren, de aquellos que se sienten desamparados, que buscan en nosotros también el rostro de Dios y nuestra compasión y ayuda.

¿Somos conscientes de que somos herederos de un pueblo elegido y amado por Dios?
¿Cómo debe ser la transmisión de esta herencia que hemos recibido? ¿Qué Dios transmitimos?

Dña. Rosa María García O.P. y D. José Llópez O.P.
Fraternidad Laical de Santo Domingo de Torrent, Valencia.

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