Acostumbrados a los compadrazgos e influyentismo en el desempeño de sus funciones, al menos tres funcionarios médicos hidalguenses que se desempeñaban en el Sector Salud han perdido sus empleos por motivos que van desde la falta de ética en la aplicación de las vacunas, hasta el no seguir las medidas sanitarias con tal de festejarse a sí mismos.
La primera en ser destituida fue Thalía Aguilar Rodríguez, administradora del despacho de la Subsecretaría de Prestación de Servicios de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), quien contra toda norma sanitaria, decidió festejar su cumpleaños en una reunión sin medidas sanitarias, dentro de un edificio oficial y obligando a sus subalternos a asistir. El video de dicho acto llegó hasta el Secretario de Salud y fue prueba suficiente para exigirle su renuncia.
Mario Alberto Tenorio Pastrana, quien fuera director del Hospital General de Pachuca, no se quedó atrás y rompió el orden de vacunación para atender al personal médico de primera línea. El galeno inmunizó a Sonia Ocampo Chapa, quien se valió de su posición como líder del gremio de trabajadores de la Salud para recibir el beneficio, lo que le costó el puesto a Tenorio Pastrana.
Apenas ayer Lorenzo Manuel Valdés Casique, quien fungía como director del Hospital Integral Cinta Larga en Mixquiahuala, fue removido de su cargo luego de que el médico incurrió en diversas irregularidades que lo llevaron a ser despedido, entre ellas, ocupar las vacunas que estaban destinadas para el personal de primera línea de atención contra COVID y dársela a sus familiares y cuates, destacando su esposa como primera beneficiaria.