En las Nubes
Carlos Ravelo Galindo
Bety, tengo a la mano una preciosa poesía del padre Francisco Larrañaga, del que somos admiradores. Es un rezo al Señor que me gustaría compartir con todos. En silencio y en paz:
“Fue llevada al país de la vida. ¿Para qué hacer preguntas?
Su morada, desde ahora, es el descanso, y su vestido, la Luz. Para siempre. Silencio y Paz ¿que sabemos nosotros?
Dios mío, señor de la historia y dueño del ayer y del mañana,
En tus manos están las llaves de la vida y de la muerte.
Sin preguntarnos la llevaste contigo a la morada Santa,
Nosotros cerramos nuestros ojos, bajamos la frente Simplemente te decimos: está bien. Amén”.
Por supuesto que estás en Silencio y en Paz., Bety querida,
Añadiríamos con humildad y devoción. Con infinito amor.
“La música fue sumergida en las aguas profundas,
Y todas las nostalgias gravitan sobre las llanuras infinitas.
Se acabó el combate.
Ya no habrá para ella lágrimas ni llanto, ni sobresaltos.
El sol brillará por siempre sobre su frente, y una paz intangible, asegurará definitivamente sus fronteras”.
Señor de la vida y dueño de nuestros destinos, mientras en tus manos depositamos silenciosamente a este ser entrañable que se nos fue hace tres meses, aquí abajo, en su casa, duerme su alma, siempre en armonía eterna, en elipsis perpetuo.
Claro que junto a mí, en silencio y paz.
craveloygalindo@gmail.com