Ciudad de México. 09 julio 2021.-Sólo 9 millones de mexicanos, esto es menos de la quinta parte de las personas ocupadas en México, cuentan con un trabajo donde el salario que ganan es suficiente para poder comprar la canasta básica y además les proporcionan seguro social, el resto labora en condiciones precarias o están sin empleo, de acuerdo cifras del Semáforo de Trabajo Digno realizado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Los datos obtenidos por Acción Ciudadana –que agrupa a más de 60 organizaciones– a partir de los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que levanta el Inegi, muestran que a nivel nacional escasea el trabajo digno y varía según la región, siendo los mexicanos que viven en la zona sur del país los más afectados, pues menos del 10 por ciento de la población tiene un empleo con prestaciones laborales y con una paga superior al salario mínimo.
Desde enero de este año, el salario mínimo en todo el país es de 141.7 pesos diarios, mientras que para la Zona Libre de la Frontera Norte es de 213.39 pesos diarios. Un sueldo que, de acuerdo con los datos analizados por el Semáforo de Trabajo Digno, en ocasiones no alcanza para la comprar la canasta básica, que no incluye renta, vestido, calzado o educación para los hijos.
«El resultado es que ahora jóvenes y mujeres estudian más, pero no consiguen trabajo, y quienes saltan la barrera del desempleo trabajan pero en condiciones precarias», indica Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, que construyó el Semáforo de Trabajo Digno para visibilizar la situación laboral en el país.
La propuesta de este grupo de organizaciones es fortalecer el salario mínimo hasta fijarlo por arriba del costo de dos canastas básicas, es decir, por arriba de siete mil pesos mensuales.
También sugieren al Gobierno federal acelerar la puesta en práctica de la Reforma Laboral para favorecer la elección democrática de líderes sindicales que defiendan los derechos de los trabajadores, la legitimación de los contratos colectivos y la erradicación del outsourcing abusivo; fortalecer el apoyo a la capacitación y empleo de los jóvenes; y promover la adopción voluntaria de nuevos estándares laborales en las empresas.
De acuerdo con los resultados del análisis, la pandemia de COVID-19 agravó una situación que ya era insostenible en el mercado laboral de México: la pobreza aumentó en 12 millones de personas; 3 millones más se quedaron sin empleo; 2.6 millones de personas quedaron subocupadas, y, entre los empleos perdidos, se perdieron 2. 3 millones de trabajos que tenían ingreso suficiente, es decir salarios por arriba del costo de la canasta familiar.
LA ZONA SUR-SURESTE
Con más de 20 millones de personas en edad y en posibilidades de trabajar, la región sur-sureste del país, que abarca los estados de Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, tiene apenas 1.5 millones de personas beneficiadas por el trabajo digno, destacan los datos.
’En esa región, la que registra el menor desarrollo del país, la mitad de las personas que trabajan lo hacen en condiciones precarias sin ingreso suficiente y marginadas de la seguridad social, y otros siete millones de personas están totalmente excluidas del mercado laboral por que no encuentran trabajo o porque no pueden buscarlo por estar ocupadas en quehaceres domésticos o de cuidado’, destaca el reporte.
El Semáforo de Trabajo Digno contempla tres colores: el verde incluye a las personas con un trabajo formal, es decir, considera a quienes cuentan con un ingreso laboral superior al costo de la canasta familiar. En color amarillo se encuentran quienes tienen un trabajo precario, y en rojo quienes están excluidos del trabajo.
LOS ESTADOS DEL NORTE
En la zona norte, que abarca los estados de Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas, sólo el 25 por ciento cuenta con un trabajo digno, de acuerdo con los datos analizados por Acción Ciudadana.
De casi 18 millones de personas en edad y posibilidad de trabajar que viven en esta región, sólo 3 millones 658 mil tienen condiciones mínimas de trabajo decente; es decir reciben un salario suficiente para la canasta familiar y están inscritos en la seguridad social. El resto trabaja en condiciones precarias, sin ingreso suficiente ni seguridad social (7.4 millones de personas), o de plano están excluidas del mercado laboral porque están desempleadas o porque no pueden buscar empleos remunerados por realizar labores de cuidados o del hogar (5. 3 millones de personas).
De esta manera, los estados de la zona norte del país presentan las siguientes características en canto a trabajo digno:
