Pateando un bote
Enrique Ruiz Bautista
Algunos dicen que la vida se aleja y nos deja llorando quimeras
Pero lo mas importante es contar la verdad fuera cual fuera
Hoy en la bonita vecindad, doña Chole la portera me visito en mi bunker, toco la puerta con la rodilla, ya que traía en las manos un pastel y que me daría de regalo, hoy era un sábado 25 de octubre de 2014 y en donde la luna es mas hermosa y yo estaba cumpliendo la friolera edad de 60 años, estaba entrando a la senectud y próximamente a recibir mi credencial del 50 por ciento de descuento, pero sigamos con el chisme, estaba yo apoltronado en mi sillón favorito leyendo un libro de la historia de Babilonia del escritor Albert Champdor, cuando escuche los toquidos en mi puerta, me levante y me dirigí a abrirla, era doña Chole la portera y que me venia a felicitar por mi cumpleaños numero sesenta, la invite a pasar y le ofrecí una taza de café, ella me obsequio un rico pastel que ella misma preparo y que la verdad que doña Chole es una chucha cuerera para eso de la repostería, ya cada quien sentado en la sala y con su taza de café y su rebanada de pastel, nos pusimos a realizar nuestra tertulia matinal, doña Chole me pidió que le contara mi autobiografía, yo con todo gusto acepte y dándole un buen sorbo a la taza de café y una buena mordida a mi rebanada de pastel, me prepare a contarle mi vida y mientras los recuerdos llegaban a mi memoria, me apoltrone en mi sillón favorito, pues bien mi querida amiga déjeme contarle como vino al mundo este su servidor, Enrique Ruiz Bautista periodista, critico, expresivo y escritor, nació en la ciudad de México en el barrio de Santa Julia, un día lunes 25 de octubre de 1954 a las siete de la noche fue cuando di mis primeros chillidos por una tremenda nalgada que me acomodo la partera, yo naci en un cuarto de la vecindad de la calle de lago Cuitzeo, ese día el sol salió a las seis de la mañana con treinta y tres minutos y se metió a las seis de la tarde con ocho minutos, ese día se celebra a San Gabino, pero me bautizaron con el nombre de San Enrique Emperador y mi santo es el 15 de julio y me toco el signo de escorpión, de familia humilde, huérfano de padre y registrado como hijo bastardo, desde niño tuve que luchar contra la vida, para hacer allí los estudios primarios y secundarios, en aquel tiempo era presidente de la república mexicana el Lic. Don Adolfo Ruiz Cortinez, a partir de ese momento han pasado por mi vida 11 presidentes de la república mexicana, 16 mundiales de futbol, 15 olimpiadas, 59 navidades, junto con sus años viejos y años nuevos, también 59 días de reyes, acompañados por sus días de San Valentín, días del niño, día de las madres y dos terremotos, el tiempo que viví en la capital me gobernaron 6 regentes, hoy que vivo en el estado de Guanajuato he tenido seis gobernadores y nueve presidentes municipales, la ciudad de México contaba en 1954 con un censo de mas de cuatro millones de habitantes, el regente de la ciudad era don Ernesto P. Uruchurto mejor conocido como “el regente de hierro”, el con sus carácter recio y yo naciendo y prendiendo lumbre, entre los dos iniciamos la transformación de la ciudad de México, primero le quitamos el jardín a Plaza de la Constitución y le colocamos una plancha de concreto, también iniciamos un sexenio de austeridad, ya que el peso tuvo una fuerte devaluación de 4.85 a 8.65 en relación con el dólar, pero como seguía deslizándose, mejor lo dejamos en 12.50 a partir del mes de octubre de 1954 y que se mantuvo hasta el años de 1970 cuando iniciaba el sexenio de el Lic. José López Portillo, ya en los años sesentas inicio con mis primeros estudios de primaria y de secundaria, en los años setentas llego al periodismo y el diario Novedades me recibe en sus instalaciones, en los años ochentas le doy un giro de 180 grados a mi vida y cambio de aires llegando al estado de Guanajuato, en los años noventas sigo en el periodismo, en el año dos mil fundo mi pequeño periódico, y a partir del 2010 ya lo doy a conocer, hoy seguimos en los medios de información y seguir hasta que el cuerpo aguante, primero fui un galán primaveral, luego pase a ser un galán veraniego, hoy con mis sesenta años de edad me convierto en un galán otoñal y esperando a ser un galán invernal, eso es todo lo que le puedo contarle de mi vida doña Chole, ya que en la bonita vecindad todo se sabe y todo se celebra.
