La crisis financiera que estalló a finales de 2008 sumada a la pandemia por AH1N1 provocaron una caída del 3.8% del PIB a nivel mundial. En 2020, la epidemia por COVID cobró una caída del 8.5%, es decir, una afectación económica de más del doble. Pese a ello, la forma en la que se han encarado ambos factores internacionales han dejado diferencias.
Entre 2008 y2009 México tomó una serie de medidas dirigidas a la recuperación económica que se resumen se dio en el anuncio -que no concreción- de mayor obra pública, mayores impuestos y la contratación de deuda para dar estímulos a los empresarios.
Entre 2020 y 2021 se optó por una política de austeridad, el aumento de la base gravable y el cobro a evasores sin aumentar la deuda en términos reales.
El resultado fue una diferencia de recuperación en el empleo formal 8 veces menor entre una y otra medida y la recuperación del empleo total en poco más de un año en la crisis por COVID.
Para valorar en su justa medida la recuperación del empleo en esta crisis es necesario mirar atrás:
— Gonzalo López Molina (@gonlomo) November 3, 2021
1⃣ En la crisis financiera tardamos 144 meses (jul. 2007 a jun. 2019) en recuperar la afiliación previa
2⃣ En la crisis del COVID-19 hemos tardado 17 meses (feb. 2020 a jul. 2021) pic.twitter.com/CKVDII1iza