CIUDAD DE MÉXICO.- 21 enero 2020. Graciela logró saltar del vehículo apenas y se percató de que el taxista la quería meter al hotel. Personal del hotel Modelo se negó a proporcionar el número de placa hasta que no llegara un policía.
Pasan los días y en la Ciudad de México siguen fallando los mecanismos para frenar la violencia de género, como lo prometieron las autoridades. Graciela vivió horas de terror: Tomar un taxi rosa y vivir un intento de secuestro.
Mientras la joven se distraía en el celular, el taxista trató de introducirla a un hotel.
El pasado 16 de enero, un taxista llevó a Graciela, quien lo abordó minutos antes su vehículo en Indios Verdes, debía llevarla a casa, pero el tipo se desvió a un hotel llamado Modelo, en Gustavo A.Madero, sin su consentimiento y aprovechando que la chica iba distraída atendiendo pláticas en el celular.
La joven tuvo que saltar de la unidad y pedir ayuda a los empleados del lugar para que no fuera agredida. El taxista huyó atemorizado, pero luego la chica pidió a los empleados del hotel el número de placas del taxi para interponer una denuncia; ellos no se los proporcionaron alegando que tendría que ser una patrulla quien lo solicitara (sí lo habían anotado).
Cuando llegó la unidad policial, sus tripulantes hicieron la solicitud, pidieron a la mujer su nombre completo y número telefónico para avisarle en caso de encontrar al taxista que intentó secuestrarla.
Al presentar su denuncia en el Ministerio Público número 3 de a Gustavo A. Madero, el responsable del lugar le indicó que no podía comenzar una investigación, puesto que no contaba con el número de placas ni el nombre del chofer a lo que Graciela sigue presionando al hotel para que le den la información.
La chica de 24 años de edad contó que tuvo que esperar en el lugar (avenida Ingeniero Alfredo Robles, No. 46, colonia Vallejo), por miedo a que el taxista la siguiera, espero a que llegara su novio para poder irse a casa.
Durante el viaje, Graciela explicó que el taxista comenzó a charlar con ella, y fue ahí donde vio que era un hombre de entre los 36 a 38 años de edad de tés blanca, cabello corto, delgado y vestía con una playera blanca.
Al encontrar tráfico, ya en la calzada de Guadalupe, el chofer del vehículo tomó otra ruta entre calles, argumentando que era para cortar camino.
’El tipo quería hacerme la plática, me preguntó si trabajaba, que de donde era y a quien iba a ver, pero lo ignore y me puse a ver mi teléfono, sin darme cuenta dio vuelta en la avenida Alfredo Robles Domínguez y se metió al motel’, comentó la joven.
En cuestión de segundos quitó el seguro del carro y saltó para poder salvar su vida, incluso Graciela cuenta que el chofer le gritó ’es para cortar ruta’.
’Mi reacción fue rápida y lo primero que vi fue el estacionamiento y un señor parado (reaccione rápido y le dije que a donde me llevaba, que estaba loco) y enseguida él puso los seguros, pero como pude se los quité y abrí la puerta del taxi y me bajé’.
’Con el carro avanzando y cuando él me gritaba —solo es para cortar camino—, cosa que ignoré y me bajé sin pensarlo. Vi a una señorita que trabaja ahí y le digo que me ayude porque ese taxista me quería meter ahí. En ese momento que se arrancó el carro (taxi) rapidísimo.’, añadió la joven.
Las denuncias contra taxistas han aumentado en la capital del país, el año pasado la ex procuraduría general de justicia reportó 269 casos de violencia y/o robo dentro de una unidad.
El gobierno de la Ciudad de México ha recomendado a los pasajeros de taxis descargar la aplicación ’Mi taxi’ donde pueden registrar las placas y nombre de los choferes y en caso de una emergencia, la app cuenta con un botón de pánico que enlaza al C5 y a la SSC.
