En las Nubes

Te invito un café

Te invito un café
Política
Julio 13, 2015 19:41 hrs.
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Carlos Ravelo Galindo › diarioalmomento.com

En tanto nuestras gloriosas autoridades investigan la “escapada” del señor Chapo Guzmán. Y las conexiones que pudiera haber tenido con muchas de aquellas. Lo den a conocer, y se laven de culpa. Encuentren a los constructores del puente, o túnel, y quiénes recibieron comisión, en especie o efectivo, por hacer la obra. Los culpen mediáticamente y lo más importante que lo vuelvan a convencer a entregarse –como ocurrió en Mazatlán, Sinaloa, hace poco más de un año--, para tranquilizarte te invito un cafecito.
Si, te invito un café, en tanto platico también contigo de los 10 lugares más hermosos del mundo, en donde ya puede beberlo quien desde el anochecer del sábado, está en libertad.
El aromático como bebida, apareció por primera vez en Turquía en 1585, y cruzó sus fronteras en 1683, cuando los turcos otomanos invadieron Viena.
Hay otra referencia que indica que fue en Venecia la que comenzó a venderlo comercialmente a partir de 1638. De todos modos, fue en el siglo 18 cuando comenzaron a aparecer las casas de café en la ciudad y luego en toda Europa.
Sin embargo, solo a finales del siglo 19 y principios del 20 los cafés europeos comenzaron a ser los sitios preferidos por los intelectuales, época en la que la ornamentación de estos “lugares de reunión" comenzaron a tener la característica de instituciones culturales y la decoración de su interior se asemejaba a palacios.
En la capital de Hungría, Budapest, del Hotel Boscolo Luxury, - el New York Café es parte- fue construido en estilo ecléctico entre los años 1891 y 1895. Se encuentra en la planta baja ahora de propiedad del grupo internacional Boscolo.
Mantiene su nombre ya legendario -Café New York- y es un lugar de paso obligado en la ciudad. Una leyenda viva que, a principios del siglo 20 atrajo a la élite cultural de la ciudad. Su exterior está adornado con estatuas de bronce, mientras que el interior impresiona con su monumental cabecera, frescos y lámparas. Las mesas y la moderna línea de los sofás crean un exquisito contraste.
Este lugar, que era sagrado para los artistas de principios del siglo 20, mantiene un interior impresionante con lámparas ornamentales, pinturas en el techo, mezclado con mobiliario contemporáneo.
Vayamos ahora al “Café Florian”, de Venecia, Italia. Y situado en una posición privilegiada bajo la arcada de la Procuratie Nuove in Piazza San Marco. En él todavía se puede sentir la tradición veneciana. Es el punto de encuentro de varios mundos.
Café Florian ha sido un punto de encuentro de escritores y artistas en el pasado y en la actualidad. Destaca como un museo viviente. En sus mesas se sentó Charles Dickens, Proust, Byron y otros escritores de renombre. El refinamiento de un café servido en Florian.
Pero el “Café Central“, de Viena, en Austria, ubicado en un edificio histórico, como la mayoría de los cafés de Viena, recibe una gran cantidad de turistas. Y sigue como una atracción local, con música clásica en vivo por las tardes. En su interior se destacan las columnas de mármol, grandes arañas y techos abovedados. Dio la bienvenida a los intelectuales desde el siglo 19.
En la actualidad, con una frecuencia más ecléctica, el “Central Kaffeehaus” sigue como un lugar que atrae a filósofos, pensadores y escritores. Se dice que aquí fue donde Trotsky planeó la Revolución Rusa.

El “Café Imperial”, en Praga, de la república Checa, desde l914, pertenece a la Prague Art Deco Imperial Hotel, de cinco estrellas, y está ubicado en el centro de la ciudad y protegido por la UNESCO.
Dispone de sillas de caoba brillante finamente trabajadas, con asientos tapizados en cuero color amarillo pálido.
Es conocido como la joya del Arte Deco. Un mosaico ornamentado es uno de los escenarios más hermosos del mundo. Puedes tomar el desayuno. El té de la tarde, e incluso una selección de platillos checos.
El panel de azulejos se encuentra por encima de otro, artísticamente tallado en madera. Los grifos del baño fueron hechos en forma de alas de cisne en posición de vuelo, y la tromba de agua del grifo coincide con el pico del ave en su exterior. Su restauración añadió un nuevo toque de clase a este lugar al mantener el aura de la atmósfera del pasado inolvidable.
Quien, podríamos preguntar, no conoce el “Café de La Paix” de Parias, Francia, ubicado en la plaza Opera, en ángulo con respecto al Boulevard des Capucines. Fue diseñado por el mismo arquitecto Charles Garnier que creó la Opera de Paris. Y construido al más puro estilo Napoleón III, en la planta baja del lujoso edificio Haussmann, que ahora alberga al Hotel InterContinental.
Entre los famosos frecuentadores del Café de La Paix a finales del siglo 19, se destacan, entre otros, Tchaikovsky, Massenet, Zola y Maupassant. Y durante la Belle Epoque, también fueron sus visitantes Sergei Diaghilev, y el entonces Príncipe de Gales, futuro Rey de Inglaterra, Eduardo VII.

El “Café Majestic”, en Oporto, la segunda ciudad más grande de Portugal, se ubica como uno de los mejores cafés del mundo. Fue Inaugurado en 1921 bajo el nombre de "Elite", y fue inmediatamente frecuentado por las personas distinguidas de la época.
El Majestic es uno de los más impresionantes cafés de este país y uno de los más atractivos en el mundo. Desde su fachada hacia el interior, Café Majestic sigue como un hermoso escenario para eventos culturales. Su estilo Art Nouveau en simetría de los marcos de madera curvada. Con los grandes espejos de metal trabajado intercalados con lámparas de araña que delimitan las paredes con un ingenioso juego óptico de amplitud, conserva su antiguo esplendor y todo invita a revivir la fascinante Belle Époque.

En Brasil – Rio de Janeiro y fundada en 1894, la Confeitaria Colombo mantiene aun hoy su estilo original: el Art Nouveau de 1913. Tiene 4 pisos con 3 amplios salones decorados con ocho espejos biselados belgas, que miden 3x6 m y un peso de 1 ½ toneladas cada uno, todo ello enmarcado en palo de rosa. Sus balcones son de mármol italiano con exquisitos muebles: Cinco armarios de principios del siglo 20, copas de porcelana y cristal con bordados de oro.
En el último piso, el techo es una claraboya en coloridos mosaicos que bañan el restaurante con luz natural.
Entre sus ilustres visitantes se destacan el Rey Alberto de Bélgica en 1920, y la Reina Isabel de Inglaterra en 1968. Al lado de Olavo Bilac, otros regulares parroquianos de Colombo fueron José do Patrocinio, Oscar López, Luis Murat, Placido Jr., Pedro Ravelo, Manoel Carlos, Father Severiano y Lima Barreto. Presidentes de la República como Getulio Vargas y Juscelino Kubitschek.

En el siglo 19, en Nápoles, Italia, nace el Café Gambrinus. Y en 1860, por Decreto Real es declarado proveedor de la Casa Real. No sólo por ser el café más antiguo de la ciudad, sino porque desde que se abrió fue aceptado por la realeza, celebridades y artistas atraídos por su belleza interior.
A lo largo de su historia, ha recibido a personalidades de todos los países y clientes fieles, como Gabriele D'Annunzio, que en una mesa de café, escribió el poema "El Vucchella". Más tarde con música de Tosti, y cantado por Caruso en 1919. También Ernest Hemingway; Oscar Wilde, Guy de Maupassant, Jean Paul Sartre. Todos han marcado su presencia con un poema, una dedicación o una foto.
La decoración fue confiada a pintores de la escuela napolitana. Todavía hoy se pueden admirar sus frescos, así como frisos florales que anuncian el Art Nouveau.

En el Palermo Park, de Buenos Aires, Argentina, está el “Café Tortoni”. Abierto en 1858 en avenida Rivadavia, se trasladó a su actual ubicación en 188. Desde 1898 está en la Avenida de Mayo.
Fue referencia obligada para cualquier persona de la cultura argentina del siglo 20. Jorge Luis Borges y Carlos Gardel, grandes nombres que la Argentina dio al mundo, eran asiduos. Así como Alfonsina Storni, Arthur Rubinstein, José Ortega, otras de las personalidades relacionadas con la fama del Café Tortoni.
Hoy en día, además de una notable biblioteca, la casa ofrece un lugar para leer, apreciar la pintura, disfrutar de la música, la danza, cenar, ver espectáculos, chatear, jugar al billar, escuchar poesía...

No podíamos terminar este recorrido sin hablar también de Roma, la capital de Italia, en donde está el “Café Greco”. En Via dei Condotti una de sus calles de mayor lujo y la más famosa desde hace 250 años, se ha servido el café a muchas de las figuras históricas de Europa, y sigue refugio de intelectuales de hoy y los políticos, en un ambiente tradicional y sorprendente.
La decoración en base a espejos, pinturas románticas, oro, madera, mármol y muebles de época, ofrecen un encanto único a cada una de las pequeñas habitaciones que conforman su interior, convirtió en visitantes regulares, a Stendhal, Goethe, Byron Liszt, Keats, Ibsen, Hans Christian Andersen, entre muchos otros.
Seguramente que esta invitación ha permitido, como a nosotros, disfrutar de uno o más cafecitos de La Habana, centro de reunión de muchos o casi todos los periodistas y escritores. Y está, quién no lo sabe, verdad Marco Aurelio Carballo y Carlos estrada Lang, en la esquina de Bucareli y Morelos. Allí se reúnen también los “maestros” que no quieren enseñar. Pero afuera y no pagan ni el baño.
craveloygalindo@gmail.com

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