El presidente de Colombia, Iván Duque, ordenó ayer un toque de queda en la capital tras los disturbios y saqueos de la jornada, un día después de masivas protestas contra el mandatario, quien también convocó a una conversación nacional.
El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, decretó a petición de Duque un toque de queda a partir de las ocho de la noche en las localidades de Bosa, Ciudad Bolívar y Kennedy, y a partir de las nueve de la noche en toda la ciudad y hasta las seis de la mañana del sábado.
Peñalosa informó que la capital, con unos 7 millones de habitantes, está siendo resguardada por cerca de 20 mil uniformados entre policías y militares, y que hay 230 detenidos.
Cientos de bogotanos desafiaron el toque de queda, un grupo protestó con cacerolazos frente a la casa del mandatario.
Al cierre de esta edición, medios locales informaron que un coche bomba estalló cerca de las inmediaciones del cuartel de la policía en el departamento de Cauca; hay tres muertos y siete agentes heridos.