El desbordamiento del Río Tula y el Río Rosas ocasionó inundaciones que alcanzan una altura de hasta 2 metros, cubriendo Tula de desechos de uno de los ríos más contaminado del mundo, lo que podría desencadenar un gran foco de infección para las personas que habitan en el municipio, pudiendo ser vulnerables a enfermedades como el cólera, dermatitis, sinusitis, gastroenteritis y neurocisticercosis, enfermedades que ya se presentaban en menor medida a causa de la cercanía del Río Tula.
El gobierno estatal señaló que hay una afectación de 9 colonias, lo que perjudicó a 31 mil 691 habitantes. Asimismo, señaló que cinco estructuras del mobiliario urbano quedaron dañadas.
Asimismo informaron que los sectores que quedaron afectados son La Mora, 16 de Enero, La Malinche, San Lorenzo, Unidad Habitacional Pemex, Centro, Dengui, San Marcos y El Carmen.
La clínica del IMSS fue uno de los inmuebles más afectados por las inundaciones, donde el agua cubrió un metro de altura, generando una falla eléctrica, ocasionando la muerte de 17 personas debido a que el oxígeno no pudo ser administrado, de acuerdo con un informe del gobierno estatal.
Pero más allá de que la inundación provocara severas afectaciones en el municipio, ha quedado anegado de uno de los ríos más contaminados a nivel mundial que podría desencadenar una serie de enfermedades que ya se estaban presentando en menor medida en el municipio,
En el municipio de Tula, con 115 mil 107 habitantes, se encuentra el río Tula que desemboca con la presa Endhó, también llamado coloquialmente "la fosa séptica a cielo abierto más grande del mundo". Esta presa, a donde llegan todas las aguas negras de la CDMX, se ha convertido en un inmenso tanque de sedimentación de agua saturada de residuos orgánicos, residuos químicos, metales pesados y un sin fin de elementos y compuestos que han llevado a las autoridades a declarar la presa en estado de emergencia de salud, por parte de la COFEPRIS desde 2016, y emergencia medioambiental, por parte de la SEMARNAT este 2019, de acuerdo con Oxfam, confederación internacional formada por 19 organizaciones no gubernamentales que realizan labores humanitarias en 90 países.
Cabe mencionar que entre los 30 conflictos ambientales más urgentes se encuentra la Presa Endhó, donde por cuatro décadas los funcionarios de los gobiernos en turno desestimaron lo contaminada que está, el hedor que emite, el turbio color de sus aguas, la acumulación de basura y hasta las plagas de mosquitos. En 2019 el gobierno federal ha reconoció la magnitud de la tragedia social que se vive y anunció un plan de remediación que requiere una inversión de 22 mil millones de pesos.
La presa Endhó comenzó a recibir aguas negras desde 1975, y, por ello, comenzaron a sedimentarse productos altamente tóxicos en ella, convirtiéndola en fuente de contaminación de los mantos freáticos que alimentan los pozos de agua potable de las comunidades ribereñas.
Alrededor de la presa Endhó, además de basura, contaminación y escasez hídrica se suman los altos índices de pobreza y enfermedades en su población como cólera, dermatitis, sinusitis, conjuntivitis, gastroenteritis y trastornos potencialmente cancerígenos que afectan sobre todo a los niños y adultos mayores.
En su momento el productor ejecutivo del documental Río Negro y neurólogo pediatra, Jaime Américo de la Cruz, expuso que sólo en su consultorio ha registrado más de 300 casos de neurocisticercosis causada por el cisticerco del cerdo porque el excremento trae esos gusanos, así como 250 casos de sinusitis que es una infección en huesos de la cara que genera pus. Además del daño a la fauna y flora, los habitantes que viven cerca a la presa respiran el aire con partículas de materia fecal.
’Familias enteras han sido afectadas; lo que tenemos aquí es parecido a una pandemia. Además, como es campo abierto, muchos animales [borregos, caballos, ganado] toman de estas aguas’, alertó. ’Muchos de estos productos se consumen crudos y estudios han demostrado que —regados con aguas negras— traen virus, bacterias, larvas, hongos y parásitos. Se vuelven en focos de infección muy poderosos’, indicó Jaime Américo de la Cruz.
Tula cuenta también con una alta concentración de refinerías y fabricas, todos estos factores abonaron para que en 2006 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la declarara la ciudad más contaminada del mundo.
Una parte del Valle del Mezquital comprende de las cuencas del río Tula, ahí es donde siembran miles de toneladas de alimento que después son trasladados a la Central de Abasto, siendo el principal punto de distribución del país.
