Un moderno Robin Hood

(Nos embarga la tristeza: murió el amigo periodista José Antonio Calcaneo. Tabasco está de luto, como nosotros)


Por supuesto que es bienvenida la decisión del joven presidente Enrique Peña Nieto. Es congruente con la realidad del país. Evidencia que los problemas no son eternos. Siempre tienen solución, cuando alguien se decide. Meter en cintura a quien abusa del pueblo. Y darle a éste lo que en justicia merece. Lo pretende hacer ya, con la reforma fiscal en poder del Congreso. Parece cierto que en verdad quiere ayudar al desprotegido: Darle seguro de desempleo, pensión universal a partir de los 65 años de edad. Mayor respaldo económico a las universidades públicas. Propiciar, con el sustento económico, mayor cobertura a la educación media y superior. Disminuir aumentos a gas, gasolina, alimentos, etcétera. Obligación de transparentar inversiones de la federación. Pagar impuestos justos a los que mas ganen. Acabar con privilegios que ofenden al noventa por ciento de la población. Regresar el comercio callejero de la informalidad a la legalidad. Es excitante saber que, en seis años no habrá aumento del impuesto al valor agregado (iva) a medicinas y alimentos. Queda en dieciséis, muy alto aún. Pretende su ley acabar con privilegios y las malas razones. La izquierda aplaude. Reconoce que el Jefe del Ejecutivo, como moderno Robin Hood, tomó en cuenta sus peticiones en el documento entregado a los legisladores. Obvio que México necesita más empleos, más justicia social, mayor crecimiento económico. La fórmula concreta: recaudar más, pero gastar mejor. No distraer, ni permitir que colaboradores, gobiernos estatales y mucho menos municipales, lo hagan bajo pretexto de impunidad. Quiere la transformación. Que México tenga menos pobres. Que la justicia brille en todo su esplendor. Acabar con la corrupción, o intentarlo. Pide la ayuda de todos, en una actitud sumisa, subordinado al ciudadano, no de padre putativo, para apoyarlo. Lo hace con humildad. Podemos demostrarle en forma solidaria que confiamos en él, para dar a los mexicanos un México mejor. Pero recordarle a nuestro mandatario que la mayor bendición, es que le crean a uno.
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