Un año es poco…

Los acontecimientos en el país y particularmente en nuestra entidad, hacen más que necesario generar opinión en torno al tema de la inseguridad. De sobra conocido que la inseguridad es un problema meramente estructural. Por ende, debe tratársele de manera integral y generar foros, entre otras vertientes de discusión y análisis, que expresen las mejores ideas y propuestas para enfrentar el fenómeno.
Recientemente la inseguridad se le ha publicitado desproporcionadamente, sin medir las secuelas algunos medios de comunicación, que han hecho eco no para informar veraz y oportunamente, más bien para fomentar el morfo, el amarillismo que al final de cuentas es lo que les genera un plus financiero. Explotando el morbo de una población habida de información que le permita orientarse ante la situación que se padece, sin embargo, se encuentra por doquier, con notas que en nada le ayudan.
Lo anterior no pretende soslayar la cruda realidad que se vive de manera cotidiana, más bien, que los medios de comunicación realmente cumplieran con su función. Informar y formar opinión que permita tomar decisiones pertinentes.
Por otra parte, se encuentran los adversarios políticos del gobierno del estado en turno, que no cejan en convertirse en francotiradores políticos. Pensando y creyendo que asediando de mil maneras a la administración estatal en turno, obtendrán beneficio político. Incluso, hay quienes siguen en campaña de la contienda pasada, destilando y opinando blasfemias por las grandes y profundas heridas que sufrieron y que al parecer conservan y alimentan en la contienda pasada.
Recientemente el ejecutivo del estado, se ha visto en la necesidad de poner plazos y adelantar fechas aproximadas para terminar con la inseguridad. Seguramente al hacerlo, fueron momentos de salidas rápidas y acertadas en términos de escape ante acoso periodístico a nivel estatal y nacional. Ofreció un plazo de un año para que la inseguridad en la entidad se termine. Sin embargo, ¡un año es relativa y extremadamente poco!
Cierto que los ciudadano guerrerenses apremian porque esto concluya ya. Pero hay que decir que el fenómeno de la inseguridad ni tiene cara, tampoco acepta plazos y menos plazos fatales. Entonces, el gobernador debe rectificar de manera que no por hacerlo se le señale de vacilante e indeciso o de no saber o querer terminar con ese temible flagelo social, ¡no!, debe rectificar con argumentos válidos y sólidos, y solicitar y pedir a la clase política y ciudadanos que solucionar ese asunto no tiene plazos, por tanto, en la medida en que todos, sí, todos le entremos con nuestra opinión y actitud, seguramente- pensando positivamente – esto se solucione en menos de lo que se pudiera esperar.
Por ello, el gobernador necesita más que un año para ofrecer resultados que la ciudadanía valore que realmente se está haciendo lo correcto, lo adecuado y pertinente. Y no olvidar que a nadie le gusta vivir en la zozobra e inseguridad, menos en estos tiempos. Por tanto, entre todos, todos abordemos el fenómeno de manera integral y con valentía civil.
Mientras tanto… ¡que tenga usted, un excelente fin de semana!