La Hoguera
Emmanuel Ameth
La aplastante victoria morenista en Hidalgo no sólo representa sacar al PRI del ejecutivo estatal tras casi un siglo de dominio ininterrumpido, sino que también representa un viraje al modus vivendi de aquellos a los que el Sistema arropó para simular ser una oposición, lo que nos obliga a analizar el caso de Francisco Xavier.
Desde la primera ocasión que ’el cantante’ compitió para la gubernatura de Hidalgo, ya había señalamientos de personajes de la talla de Miguel Ángel Granados Chapa, quien en su momento se refirió al cantante como un simulador que vino a romper una coalición competitiva con su incursión, lo que al final terminó beneficiando al PRI.
En 2010, fraguada una alianza opositora que le hiciera frente al PRI, jugó para desestabilizarla y dejó sola a Xóchitl Gálvez, lo que también benefició al PRI.
Seis años después obtuvo de nueva cuenta una candidatura y aunque nunca tuvo posibilidades reales de ganar, tampoco es que se le viera haciendo el mayor esfuerzo por arrebatarle al PRI la gubernatura.
Fue este 2022 que hizo su tercer intento y oscuros intereses lo comenzaron a perfilar en Morena. Tras perder la interna, compitió por Movimiento Ciudadano con la intención de restarle a los guindas.
Muy evidente fue su participación en los debates donde intentó difamar a toda costa a Julio Menchaca, puntero, sin tocar siquiera con el pétalo de una rosa a Carolina Viggiano, es decir, que nuevamente la evidencia apunta a que operó para el PRI.
Es por lo anterior que siempre se especuló que fuera un perfil inflado y a modo para que el PRI retuviera la gubernatura, un infiltrado que lo mismo defendió al PAN, al PRI, a Convergencia, a Morena o a Movimiento Ciudadano.
Probablemente nunca se encuentren pruebas de los arreglos en lo oscuro que le habrían permitido simular hacer campaña dos meses para vivir de ello seis años, pero lo cierto es que convenientemente su actuar siempre benefició al Sistema y que ahora que no se le necesitó, fue ubicado en su realidad.
De 300 mil votos que presumía tener, a los cuales mediante cuentas alegres agregaba de menos unos 150 mil de Movimiento Ciudadano, terminó rebasando por muy poco unos pobres 30 mil sufragios, lo que significa no sólo que nunca tuvo popularidad real sino que incluso su imagen representó un negativo para los naranjas. Fue un cero a la izquierda.
No se sabe si “el cantante” regresará a la música, pero de lo que sí podemos estar seguros es que su futuro en la política ya se terminó. Ningún partido optará por alguien que en lugar de sumar votos los reste, ni en el nuevo gobierno encontrará a quien financie una oposición simulada como sucedió durante décadas con el viejo régimen.
Atizos
En el reporte de Fiscalización de gastos por parte de los partidos ante el INE, ninguno de ellos rebasó su tope.
Llama la atención sin embargo que Movimiento Ciudadano gastó 7.2 de los 7.8 millones que les fueron dados para hacer campaña. Lima Morales, con la mitad de presupuesto, realizó muchos más eventos que Francisco Xavier.
¿Podrá comprobar el cantante que efectivamente gastó en su campaña lo que dijo cuando no realizó un solo evento ya no digamos con miles sino con cientos de asistentes? ¿los videos que grababan con celular y cuya iluminación en el croma key era tan deficiente que se movían los bordes, de verdad eran más costosos que los profesionales?
Pareciera que la renuncia a usar los recursos debidamente para los gastos inherentes a la contienda podría ser una liquidación originada por lo que él mismo vaticinó como su negro futuro en la política.