R A F A G A
Jorge Herrera Valenzuela
Mientras los perredistas estrenan presidente nacional, mientras Alfredo Castillo Cervantes sigue en su lucha contra los dirigentes internacionales del deporte, mientras los universitarios presumen al rector número 24 (otros diez corresponden a la etapa de 1910 a 1929), mientras los partidarios del Cruz Azul quieren quemar sus camisetas, hay cuando menos un trío de mexicanos que preparan sus maletas para cumplir con nueva misión oficial.
Mi muy bien informado colega y estimado amigo Armando Rojas Arévalo en su más reciente y ameno “Epistolario”, que se los recomiendo, me dejó
“con el ojo cuadrado” porque se refiere a tres grandes, tres que fueron poderosos del 1 de diciembre de 2012 hasta hace unas semanas de este segundo semestre de 2015. De uno de ellos se hicieron muchas conjeturas cuando se anunció su salida de la secretaría que estaba a su cargo, pero de los otros dos, simplemente ni la imaginábamos.
Los tres posibles diplomáticos, presumo, son mis amigos; bueno dos de ellos me tuvieron en sus equipos de trabajo y los recuerdo gratamente, al igual que al tercero, a quien estimo desde fuimos compañeros en un gabinete estatal. No dudo que de confirmarse la noticia que dio el distinguido hijo predilecto de Arriaga, Chiapas, México tendrá tres muy buenos embajadores en tierras europeas.
Bueno, ya está bien de tanto misterio. Ya no estamos en la época de “los tapados”, porque eso fue hace más de medio siglo. El caso es que se está cocinando una serie de propuestas, para enviarlas al Senado de la República. El Presidente Enrique Peña Nieto abre las puertas de tres sedes diplomáticas a quienes han colaborado directamente con él, hasta hace poco tiempo y espero que encamine bien el proyecto y lo deje “planchadito” al quedar en manos de los legisladores, porque de lo contrario la aprobación no será unánime.
Mire usted, se trata de que Emilio Chuayffet Chemor, Jesús Murillo Karam y Juan José Guerra Abud despachen como embajadores. El mexiquense no tendrá ningún problema, pues su destino sería Madrid, ¡sí!, en la meritita Madre Patria, como nos acostumbraron a repetirlo en quinto y sexto de primaria al referirnos a España. Chuayffet no tuvo ningún apoyo para desempeñarse como secretario de Educación Pública; le tejieron el enrramado entre Aurelio Nuño Mayer y Luis Enrique Miranda Nava, aunque digan lo contrario o lo desmientan “históricamente”.
Envidiable también el nombramiento del exgobernador de Hidalgo, extitular de la PGR, exmandamás en la Sedatu, pues va a la Lisboa Antigua y Señorial a… ¡Portugal!... Curiosamente Chucho Murillo Karam fue sustituido por damas: en la General de la República, despacha la senadora con licencia Arely Gómez González y la experredista Rosario Robles Berlanga, en la dependencia de asuntos agrarios, urbanos y territoriales, después de iniciar las populistas campañas contra el hambre, contra la pobreza extrema y contra todo lo que en la Sedesol le cierre el camino a su sucesor, de apellidos Meade Kuribreña
La casi segura nominación de Juan José Guerra Abud, para hacer mancuerna con el queretano Mariano Palacios Alcocer, estuvo anunciada desde semanas antes de que el hombre dejara la secretaria de Mejoramiento del Ambiente. Guerra Abud que como diputado federal ya no militó con el PRI, fue el primer jefe de Peña Nieto, allá en Toluca. Juan José sustituyó en la secretaría de Desarrollo Económico al atlacomulquense Arturo Montiel Rojas, ambos en el gabinete del gobernador Chuayffet Chemor. Ahí fue donde conocí al futuro embajador de México en Italia. Mariano está muy ocupado como embajador en El Vaticano, pues el Papa Francisco nos visitará a partir del 12 de febrero de 2016, por seis días, e irá a la tierra de Rojas Arévalo, por el asunto migratorio de los centroamericanos.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Qué pensarán y qué sentirán los diplomáticos de carrera, los maduros y los jóvenes, al verse desplazados por los personajes de la administración pública y por políticos?
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